El delantero del Mallorca Emilio Nsue celebra el primer gol de su equipo al Racing de Santander hoy. | Efe

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Falta la bendición absoluta de los números, pero el Mallorca volverá el domingo a casa con la permanencia entre sus bultos. Porque independientemente de lo que ocurra en San Mamés, el equipo puso anoche el objetivo de la campaña a buen recaudo. Los de Caparrós, ayudados por la decadencia de un Racing condenado a galeras desde hace varias semanas, le asestaron el golpe de gracia al conjunto cántabro, se posaron sobre la línea de los cuarenta puntos y redactaron otro futuro final feliz en la Liga (0-3).

Casi sin esperarlo, el Mallorca descubrió el inicio de partido perfecto y, de paso, una solución instantánea a sus temores. Y mientras el público de El Sardinero se acomodaba, los visitantes le arrancaban el precinto al marcador en un destello frenético. Víctor dirigía la primera embestida isleña y asistía a Emilio con una cuchara al comprobar que la defensa del Racing aún no se había consolidado. El canterano domaba la bola entre los centrales sorteaba al joven portero local y marcaba con la zurda a puerta vacía. Sólo habían pasado veintiún segundos y el público cántabro ya había estallado contra sus futbolistas.

El bofetón del Mallorca destrozó cualquier diagnóstico previo e inclinó claramente el pulso hacia el costado balear. La escuadra de Caparrós lo tenía todo a su favor para abrazarse de forma real a la permanencia: el marcador de cara, un rival tembloroso y agonizante y una grada mostrando las uñas mientras escrutaba todos y cada uno de los movimientos de los suyos. Sin embargo, la formación de Son Moix apartó el pie del pedal, prefirió no hacer sangre y dejó que fuera el Racing el que se precipitara al vacío. Al final, llegó con vida al descanso, pero lo hizo redactando también alguna que otra escena casi cómica a la hora de desplegar su estrategia. Sólo Stuani, con una vaselina poco plástica que repelió el palo derecho de Aouate amenazó la paz rojilla. Mientras tanto, los isleños respondían con un misil de Tissone que acariciaba la cara externa de la cruceta y devolvía el silencio al estadio.

En el descanso Álvaro Cervera trató de vaciar su cargador, pero la reanudación acabó siendo un calco del primer tiempo y en apenas sesenta segundos Castro ya había liquidado el choque a pase de Víctor. Faltaba todo un tiempo por delante, pero el Racing acababa de suicidarse y el volcán de la grada ya había entrado en erupción. Y al tiempo que los seguidores verdiblancos arremetían contra directivos y futbolistas, Alfaro culminaba dentro del área una buena proyección de Cáceres que le servía además para sacarse la espina con la que ha cargado durante toda la temporada. El onubense no sólo estrenaba sus cifras en la Liga como mallorquinista. A su vez abrochaba el partido... y la temporada. Misión cumplida.

Ficha técnica

0.- Racing de Santander: Sotres; Arana, Bernardo, Torrejón, Osmar (Munitis, min 54), Christian; Gullón (Colsa, min 46); Rivero, Edu Bedia (Babacar, min 65), Luque; y Stuani.

3.- Mallorca: Aouate; Cendrós, Ramis, Nunes (Crespi, min 63), Cáceres; Tisone (Tejera, min 67), Pina (Bigas, min 74); Nsué, Alfaro, Chori Castro; y Víctor.

Goles: 0-1, min 1: Nsué. 0-2, min 46: Chori Castro. 0-3, min 53: Alfaro.

Árbitro: Fernández Borbalán (Comité Andaluz). Mostró cartulinas amarillas a Osmar, Luque y Gullón por el Racing y a Chory Castro por el Mallorca.

Incidencias: partido de la trigésimo tercera jornada de la Liga de Primera División, disputado en los Campos de Sport de El Sardinero ante 9.385 espectadores. Se guardó un minuto de silencio en memoria de Francisco León, ex jugador del Racing