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Utz Claassen y Pedro Terrasa han conseguido imponer a su consejero en el órgano de gobierno del Real Mallorca. La propuesta formulada por el alemán y el exdirector general del club para incorporar a un representante de la afición se oficializó ayer durante la Junta General de Accionistas de la entidad y Pep Roig, secretario de la Federació de Penyes Mallorquinistes, se convertía en el séptimo miembro del consejo de administración bermellón para ocupar la plaza que había quedado libre en su día tras la salida de Fernando Martos, que ejercía como representante de Miquel Ángel y Rafael Nadal.

La iniciativa de Terrasa y Claassen -entre ambos reúnen un 45% de las acciones del club- ha provocado que el consejo de administración mallorquinista cobre un nuevo aspecto. Con la llegada de Pep Roig (Penya Caixa Rural), el nuevo objetivo marcado pasa por estrechar los lazos entre la masa social rojilla y el propio club, algo deteriorada debido a esos continuos problemas extradeportivos e institucionales que sacuden a la entidad de un tiempo a esta parte. Sin embargo, el nombramiento era analizado de forma muy diferente al término de la reunión y mientras Claassen celebraba la noticia, el presidente Jaume Cladera la observaba desde un prisma radicalmente opuesto.

«Por primera vez tenemos a un representante de las peñas en el consejo y es algo fantástico», explicaba el consejero y accionista alemán. «El Mallorca tiene problemas, pero también perspectivas muy interesantes y la afición nos ha respaldado muchísimo durante un período muy difícil y complicado. Por eso me alegro de que mi propuesta, que ya era pública y conocida desde hace varias semanas, se haya concretado», argumentaba.

Claassen continuaba alegando que «es una gran noticia para la afición y el entorno y estoy seguro de que todos ellos y el señor Roig, como banquero, pueden contribuir a nuestro proyecto. Es todo muy positivo. Hoy (por ayer) no ha habido ninguna confrontación, ni ninguna crítica. Es una innovación para el Mallorca y hay otras partes en el mundo en los que la afición está involucrada», insistía.

Cladera, por su parte, valoraba la llega al consejo de Pep Roig como una pérdida e independencia por parte peñas» y recordó que «lo que hace falta es gente capaz de aportar y no condicione a nadie. Las peñas deben ser independientes y se esta condicionando con este nombramiento. Y la dirección de la Federació está enfrentada a la dirección del Mallorca», dando a entender que se trata de nueva maniobra enmarcada en esa agria batalla que se libra en el consejo. Además, matizó que el resto del consejo no había aceptado la propuesta de Classen y Terrasa, sino que no habían presentado «ninguna contrapropuesta».

Cladera fue un poco más allá y al margen de subrayar que «esto tampoco es bueno para el club y no ayuda a suavizar situacion actual», se mostró distante al ser cuestionado por las palabras que acababa de pronunciar Claassen. «Es dificil ser amigo de alguien que te ha puesto una querella criminal», comentaba. «Y esto (la guerra institucional) no parará, sino que seguirá. Saldrá otra vez lo de Impera, lo de Joao... Sólo tienen tres cantinelas y se limitan a repetirlas», afirmaba con la vista puesta en la oposición. «¿Solución? Habrá que llegar a alguna determinación, pero no creo que sea mediante un acuerdo. Y en mi caso, continuaré aquí hasta que haya una solucion definitiva para el Mallorca».

Aparte del nombramiento de Pep Roig como el séptimo consejero, Cladera confirmó el resto de acuerdos que se habían sacado adelante durante una reunión a la que asistieron Wizard Mallorca Group, Luz&Sol 2009 SL (Pedro Terrassa), Utz Claassen, Llorenç Serrra Ferrer, Miquel Coca, Cases Mallorquines (Xavier Cabotà) y Pep Lluís Cortés. Se aprobaron las cuentas correspondientes a la temporada 2010-11 con un superávit de 7,2 millones de euros y se procedió a dar luz vez verde a la propuesta de aplicación de resultado del ejercicio y de la gestión social (cuentas anuales de la Fundació Reial Mallorca).

En cuanto a la actualidad deportiva, el presidente bermellón apuntó que la solución al futuro de Caparrós se conocerá, como máximo, durante la jornada de mañana. «La cosa mejora, pero no acabamos de firmar, aunque sé que va por buen camino. Él quiere otras cosas por encima del dinero y como máximo el jueves sabemos algo. Todos tenemos ganas. No hay ninguna otra alternativa pensada y si nos dice que no, Llorenç (Serra Ferrer) deberá espabilar», bromeaba.

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