Iván Ramis, en una imagen captada ayer durante el partido disputado ante el Feyenoord. | JERRY LAMPEN

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FEYENOORD: Mulder (), Martins (), Vlaar (), De Vbij (), Leerdam (), Clasie (), Immers (), Vormer (), Cissé (), G Fernández () y Schakmen ().

Cambios: Janmaat () por Leerdam (min.46); Singh () por Vormer (min.64); Cabral () por Schakem y Labdellaovi () por G.Fernández (min.72).

REAL MALLORCA: Aouate (), A.López (), Ramis (), Nunes (), Ximo (), Márquez (), Pina (), Alfaro (), Pereira (), Víctor () y Alfaro ()

Cambios: Took () por Ramis (min.45); Hemed (), por Álvaro (min.42); Martí () por Márquez (min.45); Arizmendi () por Pereira (min.60); Bigas () por Víctor (min.72) y J.Víctor (), por Alfaro (min.81)

Árbitro: Van Sichem. Tarjetas amarillas para Martí, Víctor y Leerdman.

El Mallorca sigue con la pólvora mojada y ayer volvió una vez más a demostrar que le falta gol. Frente al Feyenoord el conjunto que entrena Joaquín Caparrós no pasó del empate a cero y una vez más el rival fue quien más mandó sobre el terreno de juego y quien tuvo las ocasiones para marcar. Es cierto que el conjunto holandés está más rodado, pero el grupo balear mostró demasiadas carencias, principalmente en la primera parte. Los jugadores del Feyenoord, que también exhibieron una falta absoluta de acierto de cara a la meta rival, estuvieron más entonados en al creación, pero mal a la hora de marcar.

El Mallorca, por su parte, estuvo impreciso en defensa, irregular en la creación, donde el mejor fue Tomás Pina, y muy mal en la finalización, donde apenas tuvo opciones para marcar y crear peligro.

Después de tres partidos de pretemporada, el problema del gol continúa vigente en el once de Joaquín Caparrós, circunstancia que indica la necesidad de apuntalar esa zona del campo o arriesgar a comprobar si la situación cambia. No obstante, queda mucho por por hacer, pero la de ayer ante el Feyenoord era una buena piedra de toque para poder calibrar el estado genera del Mallorca a falta de 24 días para el primer patido de Liga.

Ximo fue de menos a más, Antonio López mantuvo el tipo, Pereira estuvo flojo y los delanteros desaparecidos. Arizmendi todavía está lejos de su mejor nivel, al igual que Márquez. Conclusión: queda mucho por hacer.