Fontàs protege el balón ante Baptistao en la última salida del Mallorca.

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Con el epílogo de la primera vuelta oteando en el horizonte, el Mallorca sigue sin facturar una victoria a domicilio. De hecho, si el grupo balear regresa hoy de Valencia sin los tres puntos en su equipaje, firmará su peor marca como visitante desde que regresó a la máxima categoría hace ya más de tres lustros e igualará la racha de la temporada 1987-88... con Serra Ferrer en el banquillo. Semanas después de sellar ese negativo récord -no logró su primer triunfo foráneo desde la décimosexta jornada- el pobler fue destituido.

Desde el retorno a la nobleza, el Mallorca jamás ha cruzado la décimoquinta puerta del campeonato sin ninguna victoria a domicilio. El curso pasado, el triunfo llegó precisamente en esta jornada, gracias al gol anotado por Víctor Casadesús en Zaragoza. Hoy, en el Ciutat de València, el grupo balear tiene la oportunidad de alterar su destino. Acumula ya ocho salidas consecutivas sin alzar los brazos fuera: la última de la pasada campaña (4-1 ante el Real Madrid) y las siete del presente campeonato, donde solo ha sido capaz de amarrar tres empates (Málaga, Pamplona y Vigo) cayendo en cuatro ocasiones.

Para encontrar la peor temporada isleña a domicilio hay que remontarse hasta la década de los 60. En concreto en la campaña 1969-70, cuando transcurrieron nada menos que 29 jornadas para que el conjunto balear regresará a su base de operación con un triunfo. Fue en la última jornada, con el equipo ya descendido, cuando se impuso por 0-2 en Pontevedra gracias a los tantos de Parera y Cifre.

También apuró hasta el tramo final de la temporada para saborear un triunfo a domicilio en la campaña 1983-84, ya que éste no llegó hasta la 27ª jornada, con 0-3 en El Molinón.

Desde entonces, solo en la temporada 1987-88, ha superado el tramo actual de competición con su casillero de victorias foráneas a cero.

Otro de los récords negativos que se pondrán en juego este mediodía en el barrio valenciano de Orriols, es la marca de nueve jornadas de Liga sin ganar, que supone el tope en la carrera de Joaquín Caparrós en la élite. Si no gana, el técnico utrerano firmará su peor racha como entrenador en la máxima categoría.