El escocés Alan Hutton, en un momento de la entrevista. | Pere Bota

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En apenas tres semanas en la Isla, Alan Hutton (Glasgow, 1984) ya ha conocido a dos entrenadores, una circunstancia inédita que él reduce a las «cosas del fútbol». Cedido por el Aston Villa hasta final de temporada para taponar la hemorragia abierta en el lateral derecho, el internacional escocés reconoce que jugar en la Liga española es «un sueño» porque hace apenas veinte días deambulaba con el Nottingham Forest por la Championship -la Segunda División inglesa- y no descarta extender su aventura hasta más allí del presente campeonato.

En el cara a cara, Hutton se muestra como un tipo tranquilo y reservado. La barrera del idioma -está estudiando español a marchas forzadas- es notable, aunque poco a poco los compañeros «me están ayudando para integrarme lo antes posible». enseñando algunas palabras. Aunque no tuvo tiempo para conocer en exceso a Joaquín Caparrós, reconoce que la llegada de Gregorio Manzano ha provocado «más alegría» en el vestuario. Tras el entrenamiento de ayer, Hutton -el primer futbolista escocés en la historia del Real Mallorca- atendió a Ultima Hora para detallar sus primeras impresiones tras los quince días más convulsos de su trayectoria profesional.

—Dos partidos con el Mallorca y dos entrenadores diferentes. Una situación extraña para empezar su aventura en el fútbol español
—Es cierto que no es nada habitual, sobre todo porque sumando al cambio que se ha producido en mi selección -Gordon Strachan relevó recientemente a Craig Levein- he tenido a tres entrenadores desde que fiché por el Mallorca... Pero son cosas del fútbol. No hay que darle más importancia.

—¿Ha encontrado más diferencias de las que pensaba entre la Premier League y la Liga?
—Sí, bastantes en relación a la Championship, que es donde estaba jugando. Sobre todo en cuanto a la movilidad de los jugadores y la rapidez a la hora de circular el balón. Me tengo que concentrar más.

—¿Por qué se decidió a dar el paso y aceptar la oferta del Mallorca?
—Jugar en la Liga es un sueño hecho realidad. Hace apenas unas semanas estaba jugando en la Segunda División inglesa y ahora estoy aquí, enfrentándome a algunos de los mejores jugadores del mundo. Es por eso que en cuanto llegó esta oportunidad no me lo pensé. Hace aproximadamente dos meses que conocía el interés del Mallorca y fue una gran noticia. Soy futbolista y mi único objetivo es progresar. Me encuentro muy ilusionado con esta nueva etapa que se ha iniciado en mi carrera y supone un extra de motivación. Por eso voy a dar un 200% en cada partido.

—Su cesión concluye a final de esta temporada, ¿ha pensado en el futuro?
—De momento no porque todos estamos volcados en el mismo objetivo, que es la permanencia. Pero estaría encantado de quedarme si todo va bien. Estar aquí dos o tres temporadas. La Liga me puede servir para mejorar como futbolista, con nuevos métodos de trabajo, nuevas ideas, otros conceptos de entrenador, etcétera.

—La situación del equipo, que está a cuatro puntos de la permanencia, no invita precisamente al optimismo. ¿Qué piensa el vestuario de la salvación?
—Quedan quince partidos de Liga y hay tiempo y calidad suficiente como para permanecer en Primera División. Sinceramente, no estoy preocupado en este sentido. Técnicamente, hay mucha calidad en la plantilla y el vestuario está convencido de que nos vamos a salvar. Pero debemos ir partido a partido, pensar en no dejar escapar más puntos en casa y no dar por perdido ninguna de nuestras salidas, a pesar de que visitaremos a Valencia, Real Madrid, Barcelona...

—Usted ya coincidió con Giovani dos Santos en el Tottenham Hotspur. ¿Es el mismo Gio futbolista con el que convivió en la Premier?
—Gio es un jugador extraordinario. Técnicamente impresionante, al nivel de los mejores. En mi opinión, podría jugar en cualquier club grande de Europa y para nosotros debe ser una pieza clave para lograr el objetivo. En el plano personal, para mí es importante que él esté aquí. Me habló muy bien de la ciudad, del club y del ambiente del vestuario.

—¿Cuál es su posición ideal?
—Soy un lateral derecho al que le gusta incorporarse al ataque. De hecho, en mis inicios en el Glasgow Rangers era delantero, aunque poco a poco fui retrasando mi demarcación. Si bien me gusta incorporarme, tengo claro que mi primer objetivo debe ser defender. Ser fuerte atrás.

—No coincidió mucho tiempo con Joaquín Caparrós, pero ya se habrá dado cuenta que es muy diferente al método de trabajo de Gregorio Manzano.
—Es cierto y los chicos se encuentra más contentos con este entrenador. El anterior técnico apostaba más por mantener la consistencia defensiva, mientras que ahora podemos mirar hacia adelante. Tenemos más libertad y eso es bueno para mí y mis compañeros.

—Repasando su trayectoria, comenzó muy joven en el Glasgow Rangers, donde llegó a disputar Champions League y después se marchó a la Premier. ¿Qué balance extrae de sus años allí?
—La Liga inglesa es muy fuerte y ha experimentado una mejoría notable. Pude cumplir el sueño de mi familia, que era debutar con el Glasgow Rangers, del que era hincha y donde me formé de la mano de Dick Advocaat, aunque debuté en Primera con Alex McLeish. Después llegó el Tottenham, con Juande Ramos como entrenador, y mi fichaje por el Aston Villa. Ahora estoy aquí y espero aprovechar la oportunidad. No me asusta el reto.