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Extinguido ya casi todo el crédito de la temporada, la plantilla del Mallorca parece dispuesta a echarle el candado a los accesos a Son Moix este fin de semana. Desde su oscuro y frío habitáculo del fondo de la clasificación los futbolistas son conscientes de que, tras cinco meses de sequía en su propio estadio, un nuevo gazapo ante el Getafe podría componer un paisaje catastrófico. Ya no hay ni tiempo ni espacio para los regalos. O se gana o un pedazo destacado de la permanencia se quedará por el camino.

En esa misma dirección, el vestuario se ha encargado de difundir la consigna del fin de semana. Y más allá de los videos promocionales o de las campañas en las redes sociales, todos insisten en la necesidad de rebañar tres puntos de una tacada. «El equipo sabe que está haciendo bien las cosas, pero en casa ya no podemos dejar escapar ni un punto y fuera, debemos tratar de sumar los máximos posibles», reconocía ayer Giovani dos Santos, seguramente el jugador en el que se concentran las mayores esperanzas de salvación. «Se está trabajando bien y por eso hay confianza. La dinámica del grupo ha cambiado un poco y esperamos que contra el Getafe eso se note en el campo».

Máxima precaución

El mexicano activaba el protocolo de emergencia poco después de protagonizar el susto de la jornada. Tras padecer un mal movimiento que le obligó a abandonar, antes de tiempo y «por precaución», los campos de Son Bibiloni. «Llevo ya dos semanas con una sobrecarga en el gemelo y últimamente lo he sentido un poco más cargado», explicaba el mediapunta. «Ya le había comentado al entrenador que si sentía molestias pararía. A dos días del partido no es momento de arriesgar. Pero para el sábado estaré bien», matizaba.

Giovani confía más que nadie en que el Mallorca acabará encadenándose a la categoría. Entre otras cosas, porque ya ha pasado por un trance muy similar en los últimos tiempos. Con la camiseta del Racing, concretamente. «Fue hace dos años», explica el mediapunta al respecto. «Prácticamente estábamos en la misma situación que ahora y nos salvamos faltando tres jornadas. Creo que por calidad, que aquí hay mucha, y plantilla, podemos sacar esto adelante. Se trata de que hilemos dos o tres victorias seguidas y seguro que esto cambiará», cree.

Siguiendo la estela de la mayoría de sus compañeros de caseta, Giovani dos Santos afirma que el Mallorca se ha incorporado a la senda correcta gracias al cambio en el banquillo. «Había jugadores que antes no eran tomados en cuenta por el entrenador, pero ahora todo ha cambiado. El míster se está fijando en ellos y nos pide intensidad en los entrenamientos. Ahora juegue el que juegue tiene que dar el cien por cien», exponía. Además, tampoco le importa aplaudir públicamente algunas de las decisiones de Manzano. Sobre todo, la de devolverle la confianza a uno de sus socios en las cercanías del área contraria: Alejandro Alfaro. «Es un jugador de mucha calidad con el que se puede combinar, hacer paredes. Me gusta mucho y me siento cómodo asociándome con él», relataba.

Con respecto al enemigo que medirá el tamaño del agujero bermellón, Gio no se extiende en sus radiografías y prefiere mirar hacia el vestuario del Mallorca: «El Getafe es un equipo peligroso, pero creo que ahora solo tenemos que pensar en nosotros, salir a atacar desde el primer momento, no dejarlos jugar, que se sienten presionados. Y ojalá podamos desplegar el juego que queremos», apuntaba mientras le reclamaba a la grada que asuma su cuota de protagonismo. «El apoyo de la afición es importante en estos momentos complicados. Les necesitamos más que nunca. Sentir el apoyo sería básico para nosotros porque sabemos que no podemos fallar».