Serra Ferrer abandona el palco escoltado por miembros de seguridad, ayer, en Son Moix. | Teresa Ayuga

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La grada de Son Moix no puede más. El mal trago del descenso a Segunda División ha hallado continuidad en un arranque de temporada para olvidar. La crispación y malestar acumulados estallaron ayer, en un estreno en casa que sirvió para hacer pública la fractura existente entre la masa social y la cúpula de la SAD. El Murcia se convirtió sin querer en testigo de un triste espectáculo. Y lo fue por ponerse por delante en el marcador. El 0-1 provocó la aparición de los primeros pañuelos e hizo que sonaran tímidos pitos. Pero el 0-2 hizo que ardiera la grada. El tránsito hacia el descanso se convirtió en una pesadilla sobre el césped, pero también en la zona noble. La afición centró sus iras contra el palco, especialmente en la figura de Llorenç Serra Ferrer. Tanto, que algún aficionado llevó a un extremo sus críticas, provocando la intervención de la Policía y el servicio de seguridad del club. Cánticos como ‘Serra, fuera, el Betis ya te espera' o ‘Serra, fuera de Son Moix' se convirtieron en la banda sonora del encuentro. Aunque los jugadores no se libraron de las críticas. A ellos se les reprochaba su falta de implicación.

El descanso calmó los ánimos. El 0-3 fue recibido con aplausos por parte de las tribunas nada más iniciarse la segunda mitad. Sólo la reacción de los hombres de Oltra apaciguó los ánimos, pero ya era tarde.

Llorenç Serra Ferrer compareció tras el choque para asumir que «la gente se ha expresado y lo tengo que aguantar», manteniendo una reunión con José Luis Oltra, tras la que demandó «buscar soluciones para revertir esta dinámica». Para el máximo accionista, la crispación se acabará «con un cambio de dinámica» y observa a un equipo «inseguro, al que no le salen las cosas. Necesitamos estar unidos. Con trabajo y autocrítica, saldremos adelante», explicó el director deportivo.