Gabriel Cerdà y Llorenç Serra Ferrer, en el palco presidencial del Real Mallorca el día que el equipo isleño consumó su descenso a Segunda División. | Pere Bota

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Gabriel Cerdà Alemany pasa al contraataque. El presidente del Mallorca, en un comunicado remitido anoche, arremete con dureza contra Serra Ferrer, al que relega a un papel secundario y le pide «transparencia» en sus funciones como director deportivo; dice que Utz Claassen falta a la verdad; niega que su familia esté vinculada al club balear y deja claro que el pacto de sindicación firmado con el máximo accionista de la SAD balear tiene una vigencia de «7 años» y no entiende que cuatro meses después de firmarlo «se hable de romper» ese pacto.

CRISIS. Gabriel Cerdà pide perdón a los mallorquinistas por la imagen de inestabilidad y el clima generado en los últimos días.

El presidente del Real Mallorca arranca su misiva pidiendo disculpas a los seguidores mallorquinistas por la imagen que está transmitiendo la entidad y se reafirma en su «compromiso de seguir trabajando» para dar la estabilidad «institucional, económica y deportiva» que el club se merece.
Asimismo, recuerda que el pasado verano «decidí aceptar la presidencia del consejo de administración tras la debacle deportiva». También carga contra el máximo accionista, aunque no le nombra. «Hay consejeros que quieren tener la mayoría absoluta para tomar decisiones sobre el club con las mínimas explicaciones posibles». El hecho de pedir transparencia, por el bien del Mallorca, «les resulta muy incómodo». Estos dos aspectos «son cruciales para poder entender las circunstancias de la llamada ‘crisis institucional' actual».

AREA DEPORTIVA. El presidente dice que no cesará a Serra como director deportivo, aunque le solicita «más transparencia».

En este apartado, Cerdà relega a Serra Ferrer al papel de director deportivo y recuerda que en otros clubes un descenso «o nuestro caso dos por el filial» puede suponer «el cese del director deportivo». El presidente apunta que no cesará a Serra de sus funciones aunque «por el bien del club se le solicita un plan detallado de mejora y transparencia».
Cerdà va más allá al señalar que los fichajes deben ir acompañados de informes y «en ninguna de esas operaciones realizadas en los últimos años en el Mallorca se han emitido esas justificaciones» ni para el consejo ni para los apoderados. «Esos informes son necesarios para analizar y revisar las decisiones a las que tiene derecho dicho consejo».
También apunta que los fichajes deberán ser consensuados. «No se pueden basar solo en el informe del director deportivo, sino analizar otras cuestiones».

UTZ CLAASSEN. El pollencí subraya que las declaraciones del consejero alemán «en esencia no son verdad».

Gabriel Cerdà le dedica un apartado de su comunicado a las declaraciones realizadas por Utz Claassen en los últimos días. «Lo que dice, en esencia, no es verdad. Es cierto que recibí propuestas suculentas para vender mis acciones y se entablaron negociaciones, pero no vendí. Lo que sí hice fue, para dar una estabilidad al club, una sindicación de mis acciones con Llorenç Serra Ferrer». En ese capítulo, Cerdà añade un punto para dejar claro que el pacto de sindicación firmado con el pobler en julio de 2013 es «un acuerdo de Ley, firmado ante notario y aprobado y registrado en el Consejo Superior de Deportes, con una vigencia de 7 años».
Es por este motivo que Gabriel Cerdà «no entiende» que cuatro meses después de haber sellado ese acuerdo «se hable de romperlo», en clara alusión a las intención de Serra Ferrer de quebrar dicha sindicación.

SU FAMILIA. El presidente bermellón niega cualquier vinculación de algún miembro de su familia con la entidad balear.

El pollencí finaliza el comunicado negando que algún miembro de su familia esté vinculado al club: «Mi hijo no desempeña ningún cargo en la Fundació Reial Mallorca, es tan sólo Patrono y no recibe retribución alguna». Y «la pareja de mi hija, aunque es Agente Fifa, no representa a ningún jugador del Mallorca y jamás ha facturado a la SAD».