Biel Cerdà (izda.) y Llorenç Serra Ferrer, en una imagen de archivo durante un partido del RCD Mallorca en el estadio de Son Moix. | Pere Bota

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Gabriel Cerdà pretende poner límite a la planificación deportiva personal e instrasferible que ha llevado a cabo Serra Ferrer durante su periodo como director deportivo del Real Mallorca, un tiempo en el que el primer equipo ha perdido la categoría después de 16 años en Primera División.

El presidente del consejo de administración del club balear criticó la política de fichajes del 'pobler', receló de su capacidad como responsable del área deportiva y le recordó que el pacto de sindicación de acciones que en estos momentos liga a los dos apoderados refleja la obligatoriedad de Serra de consensuar todos los movimientos que pretenda llevar a cabo en este mercado de invierno.

Cerdà no se andó por las ramas y recordó que su firma es determinante para que cualquier operación fructifique y que no va a estampar su rúbrica sin conocer los detalles y el entramado de las contrataciones. «Firmaré lo que sea bueno para el Mallorca, pero me tienen que informar porque eso es lo normal. Me gusta tener conocimiento de lo que firmo. No podemos incurrir otra vez en los fichajes de agosto, que no han dado el rendimiento esperado. No puedes acertar en diez de diez [fichajes], pero no puede ser no acertar ni en dos de diez», criticó Gabriel Cerdà.

Necesidades

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El consejero de Pollença recordó al director deportivo cuál es la realidad de la sindicación: «Necesita mi firma y la sindicación acordada por él dice que hay que consensuar las operacones que se lleven a cabo para defender los intereses del club», apuntó el presidente del consejo.

El apoderado recordó que el vicepresidente, en su condición de director deportivo, se comprometió a dar información al consejo, promesa que no ha cumplido y recordó que el máximo responsable deportivo es Serra, que los fracasos como el descenso son del 'pobler' y que lo que se pretende con la línea del consenso y el debate es evitar aumentar el número de puntos negros en su gestión. «Me gustaría compartir la política de fichajes de Serra Ferrer. Yo no soy el responsable de todo, de la política deportiva no lo soy y de la situación del club, que en estos momentos está en Segunda [en relación al primer equipo] tampoco. Me gustaría compartir en los consejos de administración la información de lo que se piensa hacer en materia deportiva para mejorar lo que tenemos en busca del objetivo de ascender a Primera».

Cerdà no se fía de Serra. Los precedentes hablan por sí solos y ahora es un momento clave donde se debe acertar y ser claro en cada operación. «Serra Ferrer tiene que dar explicaciones por el pacto de sindicación que él quiso firmar conmigo y debe explicar qué es lo que piensa hacer para encontrar un consenso y después debe dar explicaciones al consejo de administración porque es el órgano supremo en este tipo de situaciones. No puede ser que la Prensa sepa antes que nosotros qué jugador se va a fichar porque este es un tema interno», comentó Biel Cerdà.

El presidente, consciente de que el pasado verano una vez más los refuerzos no han dado resultado porque prácticamente solo Thomas Teye y Gerard han brillado, ahora en caso de volver a fallar se dará al traste con el objetivo del ascenso. «Es fundamental para el futuro de la entidad la política de fichajes y tenemos un mes para hacer esta maniobra. Lo que sería normal a nivel filosófico, como mínimo, sería conocer las acciones que preveemos hacer y como mínimo tener clara la filosofía de fichajes porque la política de contrataciones del mes de agosto no funcionó y ahora estamos obligados a que funcione».

El cabeza visible del consejo de administración insistió en que el pacto de sindicación de acciones tiene un punto claro en el cual se debe consensuar todo, incluidos los fichajes porque «lo sucedido en el pasado no ha sido bueno y hay que mejorarlo». Así habló Gabriel Cerdà.