El jugador del Real Mallorca, Marco Asensio, durante el partido ante el Lugo. | Pedro Agrelo

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La cuenta atrás está en marcha. Es probable que en el Mallorca nadie se atreva a reconocerlo en voz alta, pero a su vez todos son conscientes de que para que el fuego del ascenso se mantenga encendido los dos próximos partidos son prácticamente imprescindibles. Puede que ganándolos el equipo no avance demasiado, pero lo que es seguro es que perdiéndolos el salto de categoría adoptará un aspecto casi imposible. Después de acumular patinazos de todo tipo y de perder por el camino el casco y la red que le protegían, el equipo de Carreras solo conoce una vía para acceder la Tierra Prometida. Y para que siga estando abierta y limpia de obstáculos solo vale puntuar en Ponferrada, donde le espera un enfermo grave que se revolverá con todo lo que tiene a mano para seguir respirando (El Toralín, Teledeporte, 21.00 horas).

Cuestionada en Lugo la solidez del ‘efecto Carreras', el Mallorca vuelve a presentarse con la lengua fuera a un partido que no admite intermitencias ni confusiones. El tiempo del que el equipo podía prescindir se agotó hace semanas y mientras el atasco de la clasificación se expande, las opciones de redactar un final feliz van menguando. Lo peor es que en medio de una situación deportiva como la actual, entre tinieblas, el incendio del consejo avanza y a partir de mañana, independientemente de lo que ocurra en el Bierzo, recibirá nuevas dosis de combustible.

Trabajo

Además de provocar en el grupo una serie de temblores que parecían olvidados, el costalazo del Anxo Carro ha subrayado unas carencias y una carga de exigencia que alcanzará en Ponferrada el techo provisional de la temporada. Hasta entonces, el Mallorca había sorteado un montón de problemas a domicilio, pero ahora, de golpe, se le vuelve a acumular el trabajo al tiempo que se le acaban el crédito y la gasolina.

Para el asalto a la Ponferradina Lluís Carreras ha dejado entrever que tiene unas cuantas permutas anotadas en el cuaderno. El técnico catalán seguirá sin poder contar con su máximo artillero, Gerard Moreno, cuya ausencia por lesión se prolonga ya por tercera semana, y ha vuelto a prescindir de Nunes y Miguel García, cada vez más apartados de la rutina competitiva. Junto a todos ellos también se ha quedado en Palma Antonio López, marcado de nuevo por unas molestias. Mientras tanto, el preparador de Sant Pol ha reclutado a Dudú Aoaute, recuperado de su lumbalgia, y a Álex Geijo, que ampliará el abanico bermellón en el área de la Ponferradina. No obstante, de los diecinueve hombres que integran la lista uno acabará viendo el partido desde la grada de El Toralín.