Tomer Hemed saluda a unos aficionados tras el partido contra Las Palmas, el último de la temporada disputado en el estadio de Son Moix. | Joan Torres
Diez meses después, Son Moix se despide del fútbol hasta la temporada que viene. Sin conocer aún el rango que tendrá a partir de este verano y pendiente de lo que suceda en la última jornada de un curso infernal, el recinto mallorquinista embala su primera campaña en Segunda con la sensación de que nada ha cambiado. Entre otras cosas, porque su inquilino ha vuelto a malgastar su condición de local mientras redactaba unos números que apenas mejoran los del ejercicio anterior, el que servía hasta ahora como faro del derrumbe. Aunque el partido ante Las Palmas ha ayudado a dejar al equipo a un paso de la orilla y a suavizar la agonía, la enfermedad, al menos en su fase más crítica, ha encontrado en el Camí dels Reis el caldo de cultivo necesario para seguir extendiéndose. A nivel deportivo, pero también social. Porque entre la revuelta de aquella calurosa noche con el Murcia como testigo y los cánticos contra el consejo del pasado sábado, el cuartel general del club solo se ha usado como trinchera y acaba de echar el pestillo sin un solo consejero de peso en el palco.
2 comentarios
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pero que cansinos con serra ferrer, por dios dejadle tranquilo ya, tenemos claro vuestra postura anti-serra total, pero no creis que ya esta bien? no hay articulo que no recordeis el nombre de esta persona. cansinos. aburridos
es normal que abronquen a serra ferrer, era el unico que venia!