Gabriel Cerdà. | M. À. Cañellas

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Gabriel Cerdà Alemany apura sus últimos días como presidente del Mallorca. Trabaja para dejar al club balear «en las mejores manos posibles» y desvela que el grupo liderado por Aouate «puede ser una buena opción de futuro», aunque puntualiza que no es la única. «Si no se cierra esta semana con Dudú, habrá que tomar otro rumbo», aclara. Se siente «traicionado» por Serra Ferrer, con el que no se habla desde comienzos de enero, y al que ataca con dureza. Se arrepiente de haber firmado un pacto de sindicación que el pobler «incumplió» y por el que Cerdà interpuso una demanda por 12 millones de euros que no retirará. Atiende a Ultima Hora en su despacho del estadio de Son Moix con el futuro del Mallorca en sus manos.

—¿Por qué el presidente del Mallorca no acude al palco?
—Porque algunos accionistas han provocado una corriente en mi contra con la intención de deteriorarme y de dar una imagen mía que no se corresponde con la realidad. No iba al palco para no alterar los ánimos de los aficionados. Quizás no he sido capaz de vender mi figura como una persona que ha trabajado por los intereses del Mallorca y la afición tiene un concepto de mi manipulado por algún accionista.

—¿A qué accionista se refiere?
—A Llorenç Serra Ferrer, que ha intentado, por todos los medios, deteriorar mi imagen.

—¿El futuro del Mallorca pasa por la venta al grupo de Dudú Aouate?
—No necesariamente. Pasa por una apuesta profesional, por una gestión adecuada en todos los ámbitos. Nosotros no hemos aprovechado los recursos económicos de los que disponíamos esta temporada. Tendríamos que haber diseñado un proyecto acorde a nuestra situación económica, pero no se ha logrado.

—¿El club es viable después de lo que ha sucedido esta temporada?
—Sí que es viable. Tenemos una cierta tensión de tesorería producto de una retención inadecuada que hace el G-34 respecto a unos derechos del Mallorca por valor de unos 3'8 millones de euros. Estamos trabajando para recuperar ese dinero.

—¿Cómo cree que finalizará el proceso de compraventa entre usted, Serra Ferrer y Aouate?
—Pues aún no lo sabemos. Es verdad que el señor Aouate, que teóricamente tiene un grupo detrás, en el que evidentemente no está Abramovich, me ha hecho una oferta que no puedo aceptar por la sindicación que tengo con Serra Ferrer. Nosotros tenemos que vender conjuntamente o que Serra autorice a Aouate a que compre mis acciones. Llorenç dice que está dispuesto a autorizarlo, pero no lo hace de una manera fehaciente. Afirma que venderá sus acciones después de las mías cuando, si quiere dar viabilidad al club, lo normal es que venda antes que yo. Después, cuando tenga claro que los títulos de Serra están en poder de Aouate, ya venderé las mías. De momento, lo que le autoriza Lorenzo es a comprar mi 5'4%, pero a lo mejor después no le vende a Dudú. Podría llegar a entenderse como una venta ficticia para él poder irse al Betis y desde allí controlar al Mallorca, que ya sería el esperpento más grande del mundo.

—¿El futuro de Serra Ferrer está en el Betis?
—Si lo aceptan, sí. Yo sé que lo han negociado. De hecho, el otro día señalé en el comunicado que tenía prisa por irse al Betis y Serra no me lo desmintió. Estuve hablando con el presidente y varios consejeros del Betis y me dijeron que han estado y están negociando con Serra Ferrer. Si se concreta o no, no lo sé. Porque él no puede irse al Betis hasta que no venda las acciones del Mallorca.

—Es decir, que Serra ha estado negociando con otro club mientras el Mallorca luchaba por no descender a Segunda B
—Efectivamente. Mientras nosotros estábamos agonizando, este señor estaba negociando con el Betis. Y ha tomado decisiones en este consejo mientras dialogaba con un club de nuestra competencia... Quizás la Liga tenga alguna decisión que tomar.

—Esta situación de bloqueo, de incertidumbre, puede ser perjudicial para la entidad porque está retrasando la planificación de cara a la próxima temporada
—Sí, esto no es lo ideal. Y por eso he convocado una reunión del consejo para el viernes. Si en los dos próximos días no llegamos a un acuerdo con el grupo de Aouate, tomaremos otra vía porque el Mallorca necesita aclarar su futuro. Estamos trabajando en este sentido para que el club tenga la solvencia que merece. Para tomar decisiones ejecutivas con el objetivo de dar un giro radical a la situación que ha provocado Lorenzo Serra Ferrer. Recuerdo que este señor pactó con Utz Claassen para que cesara al director general y cesara yo, que con el pacto de sindicación no podía hacerlo. A los dos meses se dieron cuenta que llevar el barco del Mallorca, con un empleado suyo de S'Olivaret y un señor que no era especialista en gestionar un club, no era fácil y abandonaron. En aquel momento, Serra dimitió como director deportivo después de haber dejado el club como un solar.

—¿Cómo se explica un índice de fracaso tan elevado en materia deportiva?
—No se entiende. Solo se entiende cuando analizas cómo han llegado a la isla una serie de jugadores, caso de Geromel, Ogunjimi o Tissone. Por ejemplo, a Geromel le pagan 800.000 euros a una empresa de intermediación y al jugador un contrato bruto de 1'6 millones brutos sin cláusula de rebaja en caso de descenso... Y así hay muchos casos. Entonces, te das cuenta que no hay un interés deportivo ni proyecto alguno. No ha habido una planificación y ese ha sido el verdadero fracaso del Mallorca.

—¿Piensa que ha habido un interés más personal que deportivo en algunos fichajes?
—Entiendo que sí. En el caso de Nsue, por ejemplo, pasó de tener un salario modesto a pagarle más de 400.000 euros a una empresa relacionada con el hijo de Serra. Y hay más casos similares.

—¿Cómo se entiende que el Mallorca no haya ingresado nada por jugadores como Víctor, Castro o Ximo?
—Por una falta de planificación. No entendí la marcha de Víctor, un jugador importante e implicado que igual no rindió al máximo porque no estaba rodeado de las piezas adecuadas.

—¿Volvería a sindicar con Serra Ferrer?
—No, evidentemente que no. Con Serra, ahora, no haría ningún contrato porque ha demostrado que, al cabo de tres meses, ni los cumple, ni los sigue e intenta anularlos. El me vino a buscar cuando vio que sus días en el club estaban contados porque el grupo de Claassen pedía su destitución como vicepresidente deportivo y como responsable del área de gestión. Entonces firmamos ese pacto de sindicación que, al poco tiempo, incumplió. Me he sentido totalmente traicionado por él porque había un proyecto de futuro positivo para el Mallorca.

—Sí, pero usted es presidente gracias al accionista mayoritario...
—Porque formaba parte del pacto de sindicación. Se estableció que yo fuera presidente y que tuviera la última palabra en caso de empate. Porque Serra Ferrer no se atrevía a destituir entrenadores por cuestiones mediáticas...

—¿Seguirá en el cargo a partir del 1 de julio?
—No me veo como presidente porque mi imagen está muy deteriorada y no sería conveniente. Voy a intentar no ser el presidente de esta entidad. Si vendo mis acciones a Aouate, me desvincularé del club. Si no, estoy dispuesto a hacer algo que sea positivo para el Mallorca. Buscaré otros inversores que estén dispuestos a poner dinero, que puedan dar viabilidad y aportar jugadores de primer nivel. Voy a intentar que haya un proyecto ilusionante, que nos lleve a Primera en un año y que económica y socialmente dé un giro radical al Mallorca.

—¿Cómo es su relación con Serra Ferrer?
—Inexistente desde hace varios meses. En concreto desde el 9 de enero, cuando se produjo aquel acuerdo entre Serra y Claassen. No hemos tenido más relación excepto cuando ha asistido, en contadas ocasiones, a las reuniones del consejo.

—¿Ha cambiado mucho el Llorenç que conoció en el Barça al actual?
—Obviamente era otro Llorenç a nivel de relación personal, pero allí también tuvo problemas en su salida. Desgraciadamente, no acaba bien las relaciones. Ha pasado con Pep Pons, Cladera, Pere Terrasa, Claassen, los Nadal, Chema Durán, conmigo...Es incapaz de mantener una buena relación. Además, tiene una serie de personas que le hacen el trabajo sucio, que intentan manipular mediáticamente la realidad y que dicen lo que a él le interesa.

—Serra quiere romper la sindicación amparándose en su abuso de poder...
—Lo único que he hecho ha sido respetar el acuerdo que firmamos ante notario y consensuado. Que una persona que ha firmado contratos multimillonarios diga que no tiene capacidad para analizar un contrato, parece algo irreal.

—Su entorno dice que firmó la sindicación a ciegas...
—Pues si ha hecho lo mismo con todos los contratos que ha firmado con el Mallorca, quizás esa es la explicación de la situación actual del club. Nadie puede entender que alguien acude a un notario a firmar un documento a ciegas.

—¿Qué le diría a una afición inquieta por la situación y el futuro del club?
—Que el Mallorca se merece cosas que, desgraciadamente, no hemos sido capaces de darle. Si se cierra la compra con Aouate, tiene contactos para iniciar un proyecto con ilusión que puede salir bien si hace las cosas adecuadas. Pero todo pasa por volver a Primera. En los próximos quince días trabajaremos para cambiar el destino del Mallorca en beneficio de la afición y de los trabajadores, que se merecen un club mejor.