José Luis Oltra en el banquillo del Mallorca durante la visita del conjunto bermellón al Heliodoro Rodríguez López de Tenerife la pasada temporada. | A. SANTANA

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Hace siete meses, José Luis Oltra abandonó el Mallorca con lágrimas en los ojos. Condenado a entrenar estando destituido, el técnico valenciano se despidió con la sensación de haber sido víctima de la guerra interna que se libraba por los pasillos de Son Moix. Medio año después, verá el fuego desde el otro bando. Como máximo responsable de un Recreativo que se presenta invicto, imbatido y dispuesto a prender la mecha de una crisis que ya se expande a todos los niveles en el club balear. (Son Moix, 18.15 horas, laSexta).

Los focos iluminarán esta tarde a ambos banquillos. En el local, Valeri Karpin tratará de abrir el candado al casillero de victorias. Desde que asumió el mando, el equipo ha sido incapaz de alzar los brazos. Y afronta la cita apenas tres días después de ser lanzado a la cuneta de la Copa del Rey por Las Palmas. En el visitante, Oltra intentará dar un golpe encima de la mesa.

Aunque ha reiterado durante toda la semana que no llega con ningún sed de venganza, es evidente que el valenciano querrá mantener la inercia de su equipo y, de paso, acallar a los agoreros que la pasada campaña le culparon de los males del equipo rojillo. Sobre todo a la dúpla Serra Ferrer/Gabriel Cerdà, que le mantuvieron con vida mientras aguardaban al verdugo.

Cuentas pendientes al margen, el Mallorca se autoexige el triunfo. Apenas se han archivado los primeros capítulos del curso, pero las luces rojas ya están encendidas. El caos en la planta noble y la falta de victorias está empujando al mallorquinismo a un estado depresivo nada recomendable a estas alturas del curso.

Karpin variará algunas piezas. Cabrero -que la pasada temporada disputó todos los partidos con el Recreativo- se mantendrá bajo los palos, con Truyols y Coeff o Agus en el centro de la zaga y Cendrós y Gulan en las bandas. El entrenador ruso defendió ayer al lateral serbio pese a su mal partido en Leganés.

En la sala de máquinas, Martí y Bustos volverán a bailar juntos con Marco Asensio y Michael Pereira en las orillas. Arriba, Fofo se situará por detrás de Marko Scepovic. El ariete balcánico no ha emitido de momento buenas señales. La indolencia ofensiva del conjunto es una de las grietas más evidentes del armazón rojillo. De hecho, los tres goles que suma hasta la fecha en el torneo de la regularidad llevan la firma de dos defensas (Cendrós, Agus) y de un pivote (Martí).

En la recámara, Karpin tendrá la opción de Abdón y Arana, otro exjugador del Recreativo, mientras que de forma sorprendente dejó fuera a Markovic, Assulin y Company. Otra de las incógnitas del encuentro apuntará al estado anímico. Después de una primera hora aceptable en Leganés, el grupo bermellón se deshizo al encajar el gol del empate y se dejó golear en apenas un cuarto de hora.

En el Recreativo, Oltra mantendrá el once que derrotó la semana anterior al Llagostera. Es un bloque con oficio ypersonalidad que tiene como precepto obligado echar el candado a su portería. La calidad en la definición de Pedro Ríos fue suficiente para abrochar la primera victoria del campeonato.

Con el depósito de moral a tope tras seguir con vida en la Copa y el punto extra de motivación que inyectará Oltra a sus hombres, el duelo de esta tarde se presenta como el primer reto del Mallorca de Karpin. Y esto acaba de empezar...