El técnico del Mallorca celebra una acción. | AGENCIA LOF/ORIBE

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Albert Ferrer se presentó en las entrañas de Anduva con un sabor agridulce. Por un lado celebraba la reacción del Mallorca, que logró capturar un punto que tenía prácticamente perdido al descanso con el 2-0, pero por el otro se mostraba contrariado por los dos regalos en los tantos del Mirandés.

«Hemos hecho un buen partido pero no se pueden regalar los goles. El equipo ha tenido la personalidad y una capacidad de reacción notable en el segundo tiempo. Estoy contento por el partido y cabreado por los goles», apuntaba el preparador catalán al término del encuentro.

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Para el Chapi, el equipo mostró dos caras bien diferenciadas aunque en el primer tiempo los goles del rival llegaron más producto de los errores propios que de los aciertos del conjunto burgalés.

«Nos vamos con un puntito, pero con la desilusión que podrían haber sido tres. Me voy contento con la imagen y no tanto por el resultado». No obstante, mantiene el discurso y apuesta por mantener esta línea porque «es el camino a seguir. El equipo lleva ahora tres jornadas consecutivas sin perder y sumar siempre es positivo. Me quedo con la imagen y el caracter que ha mostrado el equipo, que ha sabido competir en un escenario donde no es fácil remontar un 2-0».