Yuste, Company, Raíllo y Moutinho, en el partido disputado en Alcorcón. | Inma Flores

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El Mallorca está trabajando para cerrar una concentración durante esta misma semana fuera de la isla, en concreto por la zona de Alicante, para aislarse del entorno y centrar todos sus esfuerzos en preparar minuciosamente el trascendental encuentro del próximo sábado en Son Moix ante el Nàstic.

La entidad balear confía en que la situación puede cambiar sin la necesidad de variar el patrón del banquillo y ésta es una muestra más de la confianza que Maheta Molango mantienen en Javier Olaizola.

Desde el club trabajan en este stage desde hace algunos días y están tratando de pulir todos los detalles en cuanto al escenario elegido para cerrar esta semana de convivencia. El equipo busca aislarse de la presión y poder volver a presentar un sentimiento de unión, roto en las últimas semanas por algunos acontecimientos que se han producido y los pésimos resultados.

El partido ante el conjunto catalán, que ayer perdió en casa ante el Almería, ha alcanzado tintes dramáticos después de un fin de semana que ha agrandado el agujero negro en el que está inmerso el primer equipo.

El Mallorca está atravesando por su peor momento de los últimos tiempos y la posibilidad de regresar al abismo de la Segunda División B, después de 35 años en el fútbol profesional, monopoliza todas las tertulias. Los resultados de la jornada, con su derrota en Alcorcón y las victorias de Almería, Rayo Vallecano y Córdoba, han encendido todas las alarmas y han sumido al aficionado en una profunda depresión.

El equipo isleño comienza a divisar la salvación con prismáticos. Ya se encuentra a cinco puntos de distancia, más lejos que nunca. Una brecha de proporciones siderales que el bloque de Olaizola debe comenzar a reducir si no quiere hundirse aún más en el abismo. En las próximas semanas se cita ante Nàstic, Zaragoza, Córdoba y Sevilla Atlético, cuatro duelos que marcarán su futuro en la categoría.

El club considera una buena medida aislar al vestuario del entorno pesimista que desprende el mallorquinismo con los números y la tendencia a la baja de su equipo.

Todavía se desconoce si acudirán al stage -en caso de que finalmente se pueda concretar- todos los futbolistas del primer equipo o si, por el contrario, Olaizola reducirá la expedición a su grupo de más confianza ya que hay futbolistas que no entran en sus planes.