De izquierda a derecha, de arriba a abajo: Grima, Miguel Nuñez, Jony Ñíguez, Campos, Bonilla, Abdón Prats, Reina, Álex López, Rufo, Néstor Salinas, José Ángel y Vicente Moreno. | Ultima Hora

TW
42

Un mes y medio después de precipitarse al vacío, el Mallorca es un equipo nuevo. Por circunstancias del guión, el club ha tenido que redimensionar su tamaño y levantar desde la base un edificio agrietado de arriba a abajo por los resultados de su principal exponente. A punto de embarcarse en la franja central de pretemporada y a poco más de treinta días para el inicio del nuevo curso, la reforma de la primera plantilla está encarrillada. La salida en bloque del grupo anterior (solo resisten, de momento, cuatro futbolistas), la llegada de Vicente Moreno y la contratación de hasta once caras nuevas ya han cubierto de bronce al conjunto bermellón, que a falta de unas manos de pintura ya lo tiene casi todo para volver, casi cuarenta años después, a las galerías de la Segunda División B.

Banquillos: Un nuevo modelo

La adaptación del Mallorca a su nuevo contexto empieza en el banquillo. Convertido últimamente en una silla eléctrica para sus inquilinos, el club le ha confiado ahora su titularidad a un especialista como Vicente Moreno.

Portería: Veteranía bajo el larguero

El portal mallorquinista estará en manos de Manolo Reina. El portero de Villanueva del Trabuco, con 32 años y muchas horas de vuelo encima, es un hombre de confianza del técnico y llega para cubrir el hueco abierto tras las salidas de Jesús Cabrero y Roberto Santamaría. De momento, el malagueño tendrá a su lado al guardameta del filial, Miquel Parera.

Defensa: La línea más renovada

El paso del Mallorca por el mercado ha propiciado un cambio de aspecto radical en su muralla de protección. Llega Grima (Badalona) para ocupar el flanco derecho y Javier Bonilla (Pontevedra) para el izquierdo. Para las baldosas centrales se ha recuperado a Xisco Campos (Ponferradina). A su vez, puede contar también para esa posición con Miguel Nuñez (Ponferradina) y José Ángel Alonso (Elche). A eso hay que añadir la presencia de futbolistas del filial, como Joan Sastre, que pueden darle profundidad a los flancos, y atender a la progresión de Pierre, un joven lateral zurdo francés que ampliaría el cupo de los sub’23 si supera el periodo de prueba al que anda sometido estos días. En cualquier caso, la consolidación de la zaga la marcará lo que ocurra con Antonio Raíllo.

Centro del campos: Nuevas ideas en el centro de mando

En la remozada sala de máquinas rojilla sobresale la llegada del alicantino Jony Ñíguez (Alcoyano), que deberá cargar con la brújula del equipo. Tanto José Ángel como Miguel Nuñez pueden adelantar también su posición a la de pivote para blindarla a la espera de que se resuelva el futuro de Damià Sabater. En la vertiente más ofensiva del centro del campo —por sus costados continúan también Lago Junior y Pol Roigé, en una situación similar a las de los otros jugadores que siguen del curso pasado—, aparecen los mediapuntas Néstor Salinas (Mirandés) y Rufo Herráiz (Espanyol B). Los canteranos, como James, Ángel Sánchez, Cano o Serrano, cerrarán el círculo.

Delantera: Tridente ofensivo

El ataque del Mallorca de Vicente Moreno se alimenta con el regreso de Abdón Prats (Racing) y el fichaje de otro futbolista de confianza del entrenador, Álex López de Groot (Nàstic). El tridente ofensivo, a un mes para que empiece la acción, lo completa Cedric subiendo desde el filial.