Onces probables del Eibar y el Real Mallorca en el partido correspondiente a la 27ª jornada que disputan este sábado en Ipurua. | K. M.

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La permanencia, en mayor o menor medida, atraviesa Ipurua. Al menos para el Mallorca, empotrado en el contenedor trasero de la Liga y con la puerta de salida a tres puntos. La inclinación del equipo como visitante, una mochila con la que carga desde hace diez meses, y el batacazo del último partido en casa contra el Getafe le dan un toque todavía más dramático a la visita a Eibar, de la que puede surgir cualquier cosa.

Forzado a puntuar para mantener el contacto visual con la zona seca de la clasificación, el conjunto balear sabe que otro regreso a casa sin nada en las manos cubriría de aceite la escalera de incendios y dejaría al cuadro armero prácticamente a salvo de las llamas. No será la última bala, pero a lo mejor ya no quedará mucho más sobre lo que disparar (Movistar LaLiga, 13.00 horas).

El Mallorca llega al último tercio del campeonato con la boca pastosa y un extraño color en la cara. La mejoría que mostró frente al Alavés y el Betis quedó cercenada con esa función en blanco en la que acabó convertido su choque de la jornada anterior y mientras la cuenta atrás se activa el margen de maniobra se sigue acotando, ahora ya de manera muy peligrosa. Necesita el equipo bermellón dar un grito fuera de casa. Un manotazo sobre la mesa como el que soltó la temporada pasada en Málaga para hacer oficial su candidatura a un ascenso que después tuvo que pelear hasta el último aliento. Mientras no lo haga su horizonte se seguirá estrechando. Cada vez más. Cada semana más rápido.

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La mejor noticia antes de que empiece a moverse el balón es que Vicente Moreno tiene a Budimir disponible. El técnico valenciano, que ha desplazado a diecinueve jugadores, deberá realizar un descarte, pero al menos el croata ha ido mejorando de los problemas musculares que lo apartaron de la arena al volver del Villamarín. Si supera el último filtro, el máximo goleador del Mallorca podrá reeditar junto al Cucho y Kubo el tridente que tan bien funcionó en el estadio del Betis.

La otra presencia destacada en la lista es la del surcoreano Ki Sung-Yueng. El centrocampista asiático, el último en subirse al tren, va ganando en ritmo y podría tener algún minuto para estrenarse durante el último encuentro. Sobre todo teniendo en cuenta que la baja más destacada de la semana es la de Salva Sevilla, sancionado por su expulsión de la semana pasada. Las otras ausencias en el domicilio eibarrés serán las del lesionado de larga duración Leonardo Koutris, Fran Gámez, Señé, Salibur, Trajkovski y el tercer portero Miquel Parera.

El gran interrogante que sobrevuela la pizarra de Moreno es saber quién reemplaza a Sevilla, un futbolista que hasta el momento solo se ha perdido dos partidos de Liga: contra el Villarreal y el de la Real Sociedad en el Reale Arena. Una de sus opciones más lógicas pasa por centrar la posición de Dani Rodríguez y dejar los carriles del centro del campo a Lago Junior y Kubo. En cualquier caso, también podría prescindir del marfileño e instalar en la sala de máquinas a Febas.

El Eibar quiere aprovechar la ocasión para abrir una zanja con el extremo sur de la clasificación y firmar una victoria que lo mantendría muy lejos del fuego. Los armeros, que viene de atropellar al Levante y el martes disputarán su partido aplazado contra la Real Sociedad, afrontan el partido con el único cambio de Rober Correa en lugar de Esteban Burgos, baja por decisión técnica. También se han quedado al margen de los planes del técnico para este encuentro Tejero, Soares, Inui y Quique González, además del pobler Iván Ramis, que se encuentra lesionado.