Dani Rodríguez felicitado por sus compañeros tras marcar el primer gol de Mallorca a la Ponferradina. | Miquel Àngel Llabrés

TW
2

Once jornadas después, el Mallorca ha encontrado dentro del vestuario al goleador que buscaba. En el tiempo que los de Luis García Plaza empezaban a vallar su terreno, Daniel José Rodríguez Vázquez (Betanzos, A Coruña, 1988) se ha echado ese peso a la espalda. Con tanta fuerza, que ha empaquetado él mismo cinco de los doce goles del equipo. O lo que es lo mismo: más del cuarenta por ciento de los tantos rojinegros llevan impresa su firma. Una explosión que lo convierte en el principal artillero de la plantilla y en uno de los faros de una liga en la que solo hay tres futbolistas con mejor puntería (Rubén Castro, Raúl de Tomás y Djurdjevic) y otro de su mismo rango (Embarba). Razones más que suficientes para que en Son Moix estos días se celebre el Año del Tigre.

Acierto

Noticias relacionadas

Entre el fútbol rocoso del nuevo Mallorca la figura de Dani Rodríguez ha cobrado una relevancia especial. Sin un sitio concreto dentro de la pizarra del entrenador, el centrocampista se mueve dentro un arco que abarca casi todo el frente de ataque y sobre un terreno en el que le está sacando punta a sus virtudes como realizador. De hecho, con el doblete que ayudó a desatascar el partido contra la Ponferradina —el segundo que anota como mallorquinista tras el que le endosó al Lugo durante su primer año en Palma— confirma el mejor inicio de su carrera en esa dirección y se encuentra ya a un solo tanto de su marca más destacada, los seis que marcó con el Albacete en el curso 2017-18.

En realidad, Dani Rodríguez ha sido fundamental para el Mallorca desde que llegó en 2018 tras dos temporadas en el Carlos Belmonte. Lo fue para Vicente Moreno, con el que jugó 75 partidos en dos años (71 de ellos como titular) y lo es para Luis García Plaza, que el domingo lo apartó del campo en su primera tanda de cambios, ya con el triunfo bien encauzado, para ahorrarse sobresaltos innecesarios una vez que había sido amonestado. Con LGP tampoco ha sido titular en todas las jornadas —el único que puede presumir de eso es Manolo Reina— pero es el cuarto jugador más utilizado. Un comodín de cintura para arriba para el equipo que a sus 32 años recorre el tramo más floreciente de su vida deportiva.

El triunfo de DR14 es también el de la segunda línea. Sin una referencia clara en la posición de nueve desde la espantada de Budimir, todas las áreas del campo se han sumado a unas tareas goleadoras en las que también han participado atacantes más puros, como en el caso de los dos últimos en llegar a la caseta: Amath Ndiaye y Marc Cardona. A su vez, desde el fondo del pasillo han intervenido Valjent y Raíllo y desde la sala de máquinas, Salva Sevilla. Sin embargo, donde más luce hasta el momento la faena es en la franja en la que se alojan los mediapuntas. Allí, además del Tigre de Betanzos, también sobresale la eficacia de Antonio Sánchez, que tras una pretemporada a media luz abrió la lata frente al Alcorcón y la cerró herméticamente contra la Ponferradina. Entre todos han conseguido que el problema de la falta de gol, extendido a otros muchos de sus rivales, se fuera diluyendo con el paso de las jornadas. Hasta el punto de que el Mallorca, pese a sus lagunas —se ha quedado sin marcar hasta en cinco partidos—, sea ya la sexta formación de la categoría que más goles consigue. Un apartado de las estadísticas donde los únicos que le superan son Espanyol, Cartagena, Fuenlabrada, Lugo y Las Palmas.