Los jugadores del Real Mallorca se conjuran antes de jugar su partido ante el Zaragoza, disputado en el estadio de La Romareda. | Carlos Gil-Roig

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El Mallorca quiere seguir disfrutando de las vistas que le proporciona el ático de Segunda, aunque hoy (21:00) rinde visita a un anfitrión de los que se presume poco amable. Los hombres de Luis García Plaza, acostumbrados esta temporada a volver siempre de sus viajes con recompensas en el equipaje, se desplazan a la casa de un Albacete que ha abandonado el sótano de la tabla y se ha rehabilitado este 2021 desde que Alejandro Menéndez asumió el mando de las operaciones.

De nuevo con los galones de líder luciendo en la solapa, el conjunto mallorquinista se encarga de alzar el telón de la 24ª jornada de liga, que le confiere la posibilidad de meter presión a sus perseguidores si es capaz de golpear primero. La brecha de tres puntos sobre el Espanyol y el Almería, aunque los andaluces tienen un partido menos, puede marcharse de forma provisional hasta los seis, lo que elevaría la exigencia de las salidas de los almerienses y los catalanes, que serán el próximo rival en Son Moix.

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Plan

Al margen del aliciente clasificatorio, la prioridad es mantener la dinámica de juego y resultados lejos de Son Moix. Invictos a domicilio en la liga, los bermellones aspiran a asaltar el Carlos Belmonte con el hándicap del lateral derecho. Las ausencias por lesión de Fran Gámez y Joan Sastre obliga a Luis García Plaza a remodelar su defensa, donde la principal alternativa es dar continuidad a Franco Russo, que ya ocupó la demarcación en la visita a Vallecas.