BARCELONA - FUTBOL - PARTIDO DISPUTADO ENTRE EL ESPANYOL Y EL REAL MALLORCA 0-0. | Carlos Gil-Roig

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El domingo se juega en Son Moix uno de esos partidos marcados en rojo en el calendario. Es a la hora de comer. A las dos del tarde en el campo de Camí dels Reis se enfrentará el líder, el Mallorca, contra el aspirante a arrebatarle la posición, el Espanyol. Juegan los de Luis García en la plaza que fue en su día de Moreno y que seguramente la seguiría siendo de no mediar la oferta del Espanyol. Aunque eso nunca se sabe.

La salida convulsa del valenciano allanó el camino al madrileño, que con el paso de la semanas consiguió que su mensaje directo, claro, conciso y sin regates calara en el entorno. Además, su gestión del vestuario y los resultados han acompañado y eso es fundamental en el fútbol. Parecía difícil poder sustituir la figura de Moreno, un técnico con un perfil trabajador, humilde y poco dado a los excesos más allá de la tensión con la que vive los partidos.

Perfil que gusta

Un técnico de esos que gustan en Son Moix y que se ganó la estima de todos. Sin embargo, el convulso final de la temporada pasada dejó un poso de decepción entre los seguidores y la salida de Moreno no fue ni la deseada por el técnico, ni por el club ni tampoco por los aficionados.

Pocas veces se perdona a un técnico un descenso, pero incluso a Moreno se le disculpaba la deprimente temporada que hizo su equipo en Primera entendiendo que el club no había podido confeccionar un equipo competitivo para mantener el tipo en la máxima categoría. Caló el mensaje del entrenador que logró el milagro anteriormente de ascender al equipo de Segunda B a Segunda y llevarlo a Primera. Un aval suficiente para perdonar incluso el descenso de nuevo a la categoría de plata. Pero al final el idilio se rompió y el técnico fichó por el rival directo de los mallorquinistas en la lucha por eludir el descenso. Se fue al equipo con el potencial deportivo y económico más potente de la Liga. Apostaba a caballo ganador.

Recursos

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Luis García llegó para hacerse con un nombre en la plaza ocupada hasta no hacía mucho por Vicente Moreno y avalado por un perfecto sistema de utilización de recursos, consiguió buenos resultados y además hacer olvidar al valenciano en un cortísimo espacio de tiempo.

El primer golpe de efecto lo dio el madrileño tras perder contra el Rayo Vallecano y dar un toque de atención a todos recordando que la Segunda no es la Primera y que el juego es diametralmente diferente. El equipo lo entendió y a partir de ahí empezó a tomar impulso hasta el punto de ser líder, convertirse en el mejor equipo del campeonato y en un conjunto temible fuera de casa. El entrenador ha mejorado a su predecesor en todo, pero sobre todo en la gestión del equipo. En los meses más duros, con el calendario más apretado, el técnico fue capaz de aprovechar al máximo los recursos que le puso la dirección deportiva sacando un rendimiento espectacular a futbolistas que el año anterior, cierto que en Primera, habían mantenido un perfil bajo entre otras cosas porque apenas entraban en los planes de Vicente Moreno. Las circunstancias obligaron también a tener que poner a prueba todo el arsenal de soldados y estos respondieron desde el primero al último. En este mercado de invierno el club ha intentado dar un salto de calidad y dotar al grupo de más mordiente en un escenario de poca manioabrilidad económica y la principal duda es si todo en conjunto alcanzará para mantener el nivel actual. El presupuesto del Espanyol es de 45 millones de euros y el del Mallorca 19. Hay una notable diferencia de 26 millones y salvo raras excepciones, esto suele ser muy decisivo a la hora de ascender.

Sin embargo, por ahora, el pez más pequeño se está comiendo al grande y no parece dispuesto a que las tornas cambien. El domingo el Mallorca puede distanciar a ocho puntos al Espanyol en caso de victoria y eso será una ventaja considerable. También puede reducirse. Es una final en pleno febrero.

Guerra fría con el VAR de por medio

La presión por el ascenso ha creado un clima de cierta tensión entre ambos técnicos. Moreno fue interrogado por los arbitrajes que recibía su equipo en comparación con los del Mallorca.

Fue a principios de diciembre y el preparador valenciano indicó que confiaba en que la racha cambiase. «El tema del arbitraje es delicado. Habitualmente no me gusta decir nada al respecto, pero los datos están allí y no podemos estar contentos. Queremos pensar que son cosas de las rachas, y esperamos que al final estas cifras se igualen. Esperamos que estas decisiones vayan cambiando».

No sentaron especialmente bien estas declaraciones en Palma, que encontraron una pronta respuesta por parte de García Plaza. «Si Vicente Moreno considera que le han perjudicado, que proteste. Pero que no nos meta», le dijo García Plaza. En una temporada sin público en las gradas y con una aplicación del VAR cambiante, los equipos punteros buscan lo mejor para sus intereses. El domingo pueden saltar chispas.