Luis García y Vicente Moreno. | M.A. Borràs

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Espanyol y Mallorca han llegado a las últimas jornadas de Liga con un común denominador: la conveniencia de distanciar lo más posible la tercera posición ocupada en estos momentos por el Almería. Lo caprichos de la temporada son como los caminos de Dios, inescrutables, y esta próxima jornada, concretamente el próximo lunes, se disputa un Almería-Espanyol que será decisivo de cara a la recta final de la temporada.

No hay que engañarse, al equipo bermellón le interesa por encima de todo un triunfo del once blanquiazul y echar todavía más tierra de por medio con la tercera plaza. El fútbol en ocasiones convierte en aliados lo que antes parecían enemigos irreconciliables. De la guerra fría de la primera ronda del campeonato, a vueltas con las continuas imprecisiones del VAR se pasa ahora a la necesidad de que tanto Espanyol como Mallorca vayan encadenando victorias hasta el punto de ser tan inalcanzable uno como otro por parte del equipo que pase a ocupar la tercera plaza en la clasificación.

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La situación en estos momentos es idílica para los dos primeros equipos que se han acomodado en la zona alta de la clasificación. El Espanyol con 70 puntos y el Mallorca con 68 han conseguido cada uno con sus armas y sus virtudes y defectos ser los mejores de la categoría y pocas veces durante esta última década pocos equipos han logrado una puntuación tan alta a estas alturas de la temporada con 34 partidos disputados. Sin embargo, queda lo más difícil que es certificar el acenso por la vía rápida y este todavía requiere de seguir sumando puntos. Un triunfo del Mallorca en Castellón unida a la posible victoria del Espanyol contra el Almería sería un paso superlativo en la búsqueda de la calma por parte del equipo rojillo en estas últimas jornadas. Hasta no hace mucho la situación era bien distinta y con el VAR de por medio se destapó una guerra fría que enrareció las relaciones entre las dos partes. En la primera semana del mes de diciembre, con el videoarbitraje enturbiando la situación deportiva, Vicente Moreno contestó de esta manera a la pregunta sobre las supuestas ayudas arbitrales al Mallorca. «Habitualmente no me gusta decir nada al respecto, pero los datos están allí y no podemos estar contentos. Queremos pensar que son cosas de las rachas y esperamos que al final estas cifras se igualen. Esperamos que estas decisiones vayan cambiando», dijo Moreno.

No cayeron especialmente bien estas palabras en Palma, que encontraron rápidamente la respuesta desde Camí dels Reis. «Si él considera que le han perjudicado, que proteste, pero no meta a nadie por delante». Es fútbol y ahora losenemigos son aliados declarados y con intereses muy en común.