El técnico aprueba el trabajo en el mercado de fichajes, afirma que la plantilla «es un poco amplia» y espera que el equipo mantenga su identidad en las fases difíciles del curso | Pere Bota

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Llega sonriente y sin mirar el reloj. Luis García Plaza (Madrid, 1972) acaba de dirigir el entrenamiento del sábado en Son Bibiloni y antes de almorzar atiende a Ultima Hora. El mercado de fichajes ha finalizado y el técnico ya sabe con qué ejército tiene que acudir a la batalla. Destila confianza, escucha la pregunta con curiosidad y atención y responde seguro. Sin dudar. Son casi 500 partidos entre Segunda B, Segunda y Primera además de sus experiencias en Asia. Un currículum que da para mucho, pero sobre todo para saber el terreno que pisa. Se le ve feliz. Por eso su equipo juega alegre.

¿Tiene el equipo que quería?
— Mis jugadores siempre son los mejores. Sé dónde estoy y creo que hemos acudido bien al mercado, como ya hicimos el año pasado y yo siempre trabajo con la máxima ilusión venga quien venga y se firme a quien se firme.

Tiene 27 futbolistas. ¿Es un número ideal?
— Quizás un poco amplio, pero hay días en los que sobrará gente y otros en los que tengamos bajas y haya opciones y alternativas. Es un pelín amplia, pero tiene sus cosas buenas y malas.

En este escenario es donde el entrenador tiene que hacer sentir a todos sus hombres importantes.
— Todos los que están aquí es porque tengo confianza con ellos y después los cinco cambios tras el descanso nos permiten modificar bastantes cosas y todos pueden sentir que en un momento van a entrar. Unos jugarán más que otros, pero todos a lo largo de la temporada tendrán sus opciones. Y con el que no confío se lo digo a la cara.

Es un perfil de equipo valiente. ¿Tal vez se pueda notar a faltar algún que otro refuerzo más de talante defensivo?
— Necesitábamos uno (Battaglia) contábamos con Sedlar, pero ahora Raíllo está fuera, Franco Russo también y Sedlar pasa a ser central hasta que no recuperemos a los tocados y Battaglia nos va a dar mucho.

¿Llega Battaglia como sustituto de Baba?
— No, pueden jugar juntos, lo que pasa es que Baba ha empezado a un nivel espectacular esta temporada.

¿Cuál es el techo de Baba?
— Le viene mejor en Primera que en Segunda por sus características y si bien fue importante, este año puede llegar a serlo más. Se siente más cómodo porque nos atacan más y exhibe mejor sus cualidades. Está muy bien pero le ha salido competencia porque Battaglia le va a apretar.

¿Cómo valora el equipo desde el punto de visa ofensivo?
— Tenemos mucha variedad y jugadores diferentes. No tiene nada que ver Fer Niño con Ángel ni este con Abdón ni con Amath ni Mboula y eso nos permite muchas cosas y con cinco cambios podemos cambiar la situación. Hay mucha juventud y entre Fer, Kang In, Hoppe y Take no pasan de 80 años y luego con Manolo (Reina) y Salva ya los pasan, pero esa juventud nos viene bien.

¿Qué espera de Kubo y Kang In, como dos futbolistas un poco diferenciales?
— Take ha querido estar aquí y eso es importante. Lo voy a utilizar tanto en banda como por el centro. El último año en Primera el Mallorca jugó un 4-3-3 y yo normalmente utilizaré un 4-2-3-1, entonces esa figura de media punta no existía y solo jugó en banda por esa circunstancia. Parte con el rol de jugador importante, pero si no rinde le sentaré como a cualquier otro. Y el caso de Kang es diferente, nos apareció esta oportunidad y no lo dudé. Ahora aquí tiene que dar un paso adelante y demostrar su fútbol.

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¿Quiere un equipo atrevido en Primera?
— Sí, pero hemos de saber vivir cuando nos dominen. Mire, ahora tenemos Athletic, Villarreal y Real Madrid y aunque queramos dominar no vamos a poder.

Este curso lo que sí tiene es la posibilidad de ir espaciando las actuaciones de Salva Sevilla.
— Hay que ir dosificándole. Es un ejemplo para todos los demás jugadores y ojalá pudiéramos mantenerle en formol. Él se encuentra bien y es uno de los jugadores más importantes de la historia reciente del Mallorca. Se merece todo el reconocimiento. Para mí es muy importante y junto a Sergi Darder, el jugador del Espanyol, fueron los mejores centrocampistas de la categoría.

¿Fer Niño va a ser una de las sensaciones de la Liga?
— En el Villarreal no es fácil ser titular y los jugadores tienen que dar pasos para poder alcanzar sus metas y hay que quemar etapas. Se adapta mucho a nuestro estilo de juego y nos va a dar mucho. No sé cuánto cuesta, pero ojalá le podamos tener con nosotros muchos años. Eso es negociado de Pablo Ortells.

¿Qué le pide la propiedad?
— Han sido muy claros desde el principio, es muy realista y ahora piden que sigamos en Primera sabiendo que tocará que sufrir. Ganar dos partidos seguidos en Primera es muy difícil para cualquiera y hay que disfrutar del presente porque llegarán momentos difíciles, duros. El objetivo es salvarse y consolidar al equipo en Primera.

Futbolísticamente el año pasado mezcló esfuerzo, talento y hambre, pero también se divertía en el campo. ¿Es esa también parte de la receta este curso?
— Los procesos son diferentes ya que para ascender hay que hacer un año muy bueno porque no lo consigues, pero para salvarte el planteamiento es diferente y lo que deseo es disfrutar incluso de los malos momentos. Si vamos al Bernabéu debemos ser nosotros, con nuestro juego y si nos ganan, paciencia, pero quiero que los jugadores crean en lo que hacemos, que crean en ello. En el proceso hay que sentirse equipo y espero que con los malos resultados esa idea no cambie.

Lleva a sus espaldas casi 500 partidos. ¿Es el mismo entrenador que cuando empezó?
— Cuando empecé cuesta ser uno mismo. Llegué al Elche en Segunda A con 33 años y era más comedido. Después aprendí a ser siempre fuera y dentro del campo como soy, abierto. Pero cuando empiezas tienes mucho miedo a los entornos y con los años ganas experiencia.

Pongamos que nos ilusionamos con Europa...
— Ahora hay que sumar puntos y cuando queden diez jornadas veremos dónde estamos. No hay que obsesionarse con nada. Hay que mirar el día a día y nada más.

¿Qué opinión en general le causa el Real Mallorca como club?
— Es un proyecto serio a la imagen de la propiedad. Son gente de deporte y en los malos momentos no se han puesto nerviosos. Son muy equilibrados.

Los partidos contra el Espanyol dan para mucho...
— El año pasado hubo una rivalidad muy bonita y llevamos a cabo una temporada espectacular. Después hubo el tema de Vicente Moreno y un cruce de declaraciones. Yo solo le he contestado y cuando vayamos ahí eso no se dará porque hablaré yo antes y no diré nada malo, seguro.

¿Le molestó mucho cuando habló de los arbitrajes?
— Cuando habló de los arbitrajes yo tenía la obligación de salir a defender al Mallorca y cuando dijo que fue parte del ascenso me pregunto: ¿y el resto? ¿no son partes del ascenso del Espanyol también? No puede desprestigiarme y lo único que he hecho es contestar. Y Vicente es historia de este club y hay que estarle agradecidos, consiguió algo muy difícil que fue subir de Segunda B a Primera, pero cuando otra persona entrena no hay que decir que nos ayudan los árbitros, no lo puedo permitir. Eso molestó a todo el vestuario, no solo a mí.

El apunte

Un clásico de los banquillos

Luis García lleva muchos tiros dados en el fútbol profesional y pese a ser muy joven -solo 49 años- encadena ya trece años en los banquillos entre Segunda B, Segunda y Primera. Solo en España ha dirigido ya 409 partidos y a estos hay que sumarles los dirigidos en su doble etapa en Emiratos Árabes, China y Arabia Saudita. Un amplio recorrido que empezó con apenas 33 años, apena cinco después de dejar el fútbol como jugador. Su carrera es admirable.