En un fútbol en el que los seguidores parecen estar perdiendo peso en el día a día de los clubes, la Unió de Penyes ha afianzado su alianza con Aficiones Unidas con el objetivo de que los mallorquinistas se puedan hacer escuchar. Reuniones con los responsables de seguridad de los equipos y LaLiga, charlas sobre el calendario y, en definitiva, ser un foro para la cordialidad entre hinchadas dan forma a un proyecto consolidado que ya alcanza una década de relación.
El presidente de Aficiones Unidas, José Manuel Mateos, junto a su vicepresidente, Felipe Sanz, mantuvieron ayer una reunión en Pòrtol con los responsables de la Unió de Penyes Mallorquinistes, cuyo secretario, Tolo Barceló, ejerció de vínculo entre las partes. «A través de Aficiones Unidas se canalizan las reclamaciones de los seguidores. Los aficionados muchas veces no pintamos todo lo que tendríamos que pintar, pero se están consiguiendo avances gracias al trabajo que se está realizando», explicó Barceló en una cita que sirvió para que los directivos de Aficiones Unidas tuvieran su primer contacto con el presidente de la Unió de de Penyes, Jaume Pujol Vich, de la Penya Galilea y estuvo presente Román Albarrán, responsable de las taquillas del Real Mallorca.
La pandemia ha sido un gran obstáculo para promover iniciativas, pero desde la Unió de Penyes hacen un llamamiento a la unidad para apoyar al Mallorca en la carrera por la salvación.
El buen funcionamiento de la plataforma que preside José Manuel Mateos ha propiciado que tanto en Alemania como en Francia se hayan interesado por conocer el funcionamiento de la plataforma para trasladarlo a sus ligas. Y es que la labor que se desarrolla también está encaminada a promover la cordialidad entre hinchadas favoreciendo que en los últimos años los episodios de violencia hayan sido puntuales.
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Bones panxes.