Clément Grenier pasando las pruebas médicas en la Policlinca Miramar. | CATA GUASP

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El Mallorca puso en marcha los motores en la mañana de este lunes. La temporada 2022-23 echó rodar 43 días después. La historia escrita en Pamplona con una salvación agónica comandada por la unidad de Segunda B queda ya lejos y los de Javier Aguirre empiezan a trabajar pensando en un nuevo curso que, por el momento, está lleno de incertidumbres. Tan sólo la cara de José Copete destaca entre las novedades que ha presentado el club por ahora. También aparecieron los futbolistas que regresan de cesión y cuyo futuro es una incógnita. Lago Junior, Álex Alegría y Braian Cufré se presentaron a las pruebas médicas a expensas de la resolución de su contrato y sin la confianza del entrenador mexicano. Los tres jugadores han tenido minutos residuales en sus respectivos clubes y han vuelto a Mallorca con la sensación de estar más fuera que dentro del club.

A falta de un mes y medio para el inicio de La Liga en Bilbao, el Mallorca 20022-23 sigue siendo un enigma. Las salidas de pesos pesados como Salva Sevilla, Brian Oliván, Manolo Reina y los cedidos Takefusa Kubo, Vedat Muriqi, Sergio Rico, Rodrigo Battaglia y Fer Niño han dejado a Pablo Ortells con mucho trabajo por delante. También causaron baja el central serbio Aleksandar Sedlar y Aleix Febas, que ya formalizó su salida al Málaga, donde estuvo cedido.

El que sí apareció fue el mallorquín, Antonio Sánchez, que aseguró que tiene muchas ganas después del sufrimiento temporada pasada. «El equipo afronta este nuevo curso con mucha ilusión de mejorar el papel del año pasado». El palmesano se erigió pieza clave en la recta final acumulando seis titularidades con Javier Aguirre, con el que recuperó la confianza después de verse relegado a la banda durante gran parte de la temporada anterior.

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Agenda

Por el momento, parte de los jugadores bermellones pasaron las revisiones médicas ayer y durante el día de hoy le tocará el turno a aquellos que hicieron trabajos específicos en las instalaciones de Son Bibiloni. Este próximo miércoles se estrenarán sobre el césped de la ciudad deportiva para volver a coger sensaciones en el verde y el 13 de julio harán las maletas para viajar hasta Austria, más de una década después de su última visita, en la pequeña localidad de Fulpmess, cerca de Innsburck, donde permanecerán hasta el 23 de julio. En este pequeño stage de 10 días, el club bermellón disputará un total de tres partidos de un nivel considerable. Debutará ante el Wieczysta Krakow polaco de la Primera División del país (16 de julio). Le seguirá una prueba ante la polémica selección de Catar (19 de julio) y por último el Genoa de la Serie A italiana será el equipo que despida al Mallorca de las tierras tirolesas. Este encuentro es el único que tiene horario confirmado. Se disputará el 23 de julio a las 18:00 horas en Wattens.

En la vuelta a la Isla, los de Javier Aguirre volverán al trabajo en Son Bibiloni para preparar el último partido confirmado hasta la fecha ante el Sporting de Gijón de la Segunda División (27 de julio) que se disputará en la ciudad deportiva del club balear. Este año, el Ciutat de Palma se quedará huérfano de su XLVI edición por las obras de reforma de Tribuna Sol, la redenominada Tribuna Este, que se acercará hasta los 7,5 metros de distancia de la línea de cal.

En la segunda semana de agosto, más concretamente, el 15, se pondrá punto y final a los preparativos y empezará lo realmente serio en San Mamés ante el Athletic de Bilbao de Ernesto Valverde. Cinco días después, los bermellones se estrenarán en el reformado Son Moix, para recibir al Betis, como sucedió el año pasado con empate a 1 con gol de Oliván. A esas alturas, el mercado seguirá abierto y el Mallorca seguirá en construcción buscando el equipo más competitivo posible para afrontar otra temporada más en la máxima categoría.

El apunte

Aleix Febas rescinde con el Mallorca

El Mallorca sigue con la operación salida en marcha. Esta vez, le ha tocado el turno a Aleix Febas. El centrocampista leridano puso punto y final a su vinculación con el club palmesano con destino al Málaga, dónde había jugado cedido media temporada.

El catalán cierra su etapa como bermellón con un regusto bastante amargo después de no ser capaz de conseguir continuidad. Llegó bajo el brazo de Vicente Moreno y se marcha sin ser importante con ningún entrenador en 74 partidos en los que ha acumulado 2 goles y cinco asistencias.