El Mallorca se introduce en el pasillo más estrecho del calendario sin el faro que le ilumina y orienta sus maniobras en ataque. Por primera vez en lo que va de temporada, los de Javier Aguirre se someten a un chequeo sin Vedat Muriqi, su máximo goleador y el alma del equipo a partir de la frontera del centro del campo. Obligado a nadar entre el caos durante su última actuación, el cuadro balear destapa el ciclo de partidos más denso del curso frente a un Sevilla en fase de rehabilitación que amenaza con perturbar toda esa tranquilidad que le envuelve desde que empezó la temporada (Son Moix, DAZN, 18.30 horas).
Asiste el Mallorca al partido más preocupado por lo que tiene por delante que por lo que deja a su espalda. Atrás queda ya el empate de Elche, que con sus múltiples lecturas apenas ha desviado el rumbo del equipo. En cambio, el peaje de ese partido sí va a ponerle a prueba en una parte del camino donde la carretera se empina de forma peligrosa. En solo catorce días le esperan cuatro jornadas de talla grande –Sevilla, Real Sociedad, Valencia y Espanyol– y, de momento, va a tener que enfrentarse a las dos primeras sin el futbolista que ha firmado más de la mitad de los goles que lleva.
La doble ausencia de Muriqi mostrará a un Mallorca desconocido. Desde que llegó al club, a finales de enero y con las persianas del mercado de invierno cayendo, el Pirata solo se ha perdido un partido y su simple presencia ha alterado el aspecto de todo el equipo. Aguirre, que lleva días masticando el problema, asegura que el grupo mantendrá su espíritu y anuncia que llenará el hueco que deja el kosovar con la entrada de Ángel o Abdón. Ninguno de los dos necesita presentación, aunque en este comienzo de campaña solo han aparecido como figurantes. No han sido titulares y entre los dos solo suman 86 minutos de juego. Si el mexicano sigue tirando de galones, como hizo en su día para componer la defensa, lo más lógico es que apueste de inicio por el canario, al que recurrió en más ocasiones durante el final de la temporada anterior. Sea cual sea su elección, lo más normal es que los dos tengan una porción de protagonismo.
Refresco
Los otros cambios que ha desvelado Aguirre, en este caso para refrescar al equipo frente a la carga de partidos que viene, se centrarán sobre todo en la sala de máquinas. Ahí tiene mucho donde escoger el Vasco, que ha ido rotando las piezas con mucha más frecuencia que en otras zonas del tapete. La semana que viene será intensa y el entrenador quiere tener piernas frescas y a todos los futbolistas metidos de lleno en la espiral competitiva.
Bajas aparte, el otro gran problema al que se enfrenta el Mallorca es el enemigo de turno, aunque en las ocho jornadas anteriores el bloque insular no se ha arrodillado ante nadie y a excepción de los últimos minutos en el Bernabéu siempre ha ofrecido resistencia. Esta vez va a toparse con un adversario que lucha por volver a la superficie y por reciclarse. El Sevilla, sin el músculo de otros años, está encerrado entre los puestos de descenso, pero continúa luciendo el balón de estrellas en la manga y cuenta con una de las plantillas más profundas de la Liga. Ha tenido que pasar por el taller para arreglar el banquillo y, dos partidos después, parece que va cambiando de cara al ritmo que marca el nuevo jefe, el argentino Jorge Sampaoli. El de Son Moix será su tercer encuentro y en el segundo, en Dortmund, ya exhibió una serie de progresos notables que además le ayudaron a inyectarse una dosis de confianza. Mejoró en la organización y en el juego, con un rastro mucho más vertical que en los últimos días de la era Lopetegui.
Sampaoli ha viajado a Palma con una expedición de 24 futbolistas prácticamente idéntica a la que se llevó a Alemania –la única entrada es la de Óliver Torres– y podría regresar a la defensa de cuatro con Montiel, Nianzou, Marcao y Alex Telles. Sus únicas bajas son Fernando, Rekik y el Tecatito Corona.
2 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
No entiendo qué galones tiene Angel. Es malísimo. El otro dçia, hasta se cayó solo delante del protero hacia el final del partido. Espero que no sea él quien salga, aunque con el entrenador que tenemos, cualquier dislate es posible.
Sin Muriqui no hay paraiso