Dani Rodríguez recupera su mejor versión tras su primer doblete en Primera y alcanza sus 50 goles como profesional.

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Aterrizó en la Isla en el verano de 2018, en plena escalada de un Mallorca que volvía a respirar a pleno pulmón después de pasar su particular año en el infierno de la Segunda División B. A sus 29 años, Daniel José Rodríguez Vázquez (Betanzos, 1988) apenas sumaba una campaña en el fútbol profesional -el curso anterior con el Albacete- después de haber transitado durante casi una década por el tercer escalón del fútbol nacional. Un lustro después, DR14 es el inquilino del vestuario actual que suma más partidos con el Mallorca en Primera División (94), acumula 184 duelos y 24 goles desde su llegada -no ha bajado de los 36 encuentros por temporada- y el pasado sábado ante el Villarreal firmó su primer doblete en Primera -hizo dos en Segunda División- para alcanzar los 50 goles como futbolista profesional...

Creció viendo goles de Champions como recogepelotas tras las porterías de Riazor. Deportivista desde los 12 hasta los 23 años, su única aparición con el primer equipo se reduce a un partido de la Copa del Rey en el Pizjuán ante el Sevilla de la mano de Lotina. Compareció en el terreno de juego en el minuto 65, con el dorsal 31, para suplir a Bodipo. En aquel Deportivo, nombres como Juan Carlos Valerón, los Juanes (Domínguez y Rodríguez) y Laure, que actualmente milita en el Atlètic Baleares.

El centrocampista betanceiro, que coincidió en el filial coruñés con Aridane, Lassad y el mallorquín Juanan (actualmente en el Sóller de la Tercera Federación), hizo las maletas con apenas 22 años con destino a Cuenca. Posteriormente desfiló durante dos temporadas por el vestuario del Racing de Ferrol, en Segunda B. En la primera campaña llegó a pelear el ascenso a la categoría de plata, pero el Nàstic de Tarragona de Vicente Moreno le despertó bruscamente del sueño en la primera eliminatoria. En el curso siguiente, convertido ya en una pieza clave en la sala de máquinas de los ferrolanos, volvió a quedarse a las puertas del ascenso. En esta ocasión ante el Huesca después de haber superado al Reus en la ronda anterior.

El Albacete se fijó en él para intentar el asalto a la Segunda División. Después de quedar como campeón de grupo, el equipo manchego cumplió con los pronósticos en la eliminatoria de ascenso. Eliminó al Lorca, al Atlètic Baleares y al Valencia Mestalla para provocar el delirio y ascender a la categoría de plata. Después de varios intentos frustrados, Dani Rodríguez conseguía por fin el ansiado ascenso al fútbol profesional. Se convirtió en una pieza clave tanto para Aire como para Enrique Martín Monreal y el Albacete logró la permanencia con una aportación clave del gallego: 6 goles en 38 partidos, 36 de ellos como titular.

Llegó al Mallorca con la carta de libertad y como primer fichaje de aquella nueva temporada en Segunda. Deportivo y Zaragoza habían sondeado su fichaje, pero el jugador se comprometió con el equipo balear. Dotado de una gran capacidad física y solidario en el esfuerzo, Dani Rodríguez apenas tardó un par de encuentros para grabar su nombre en la pizarra de Vicente Moreno en aquel curso 2018-19 que acabó con el ascenso a Primera. El destino quiso que se enfrentara a dos de sus ex equipos (Albacete y Deportivo) y aquel gol de Abdón hizo el resto.

Su debut en Primera fue soñado con un gol a los 4 minutos ante el Eibar. Desde entonces, Dani Rodríguez ha ido cumpliendo etapas. Sin una posición definida, aunque suele jugar tumbado hacia una banda, el gallego es uno de los jugadores indiscutibles en la pizarra de cualquier entrenador. Ahora, después de una etapa con altibajos, vuelve a sonreír. El Tigre ruge de nuevo...