Tuvieron que pasar siete años para que el equipo bermellón viviera una situación parecida. La cita de 1998 en Mestalla sí que fue multitudinaria. Unos 12.000 mallorquinistas llegaron a la ciudad del Turia por barco y avión. «Fui con un grupo de amigos en avión. Lo que más me acuerdo del partido, además del penalti que Stankovic tiró fuera, es de la cantidad de aficionados bermellones que entraron en tropel con el partido ya bastante avanzado. Luego nos enteramos de que fue porque uno de los barcos que habían zarpado desde Palma lo había hecho con retraso». Aparte del fútbol, nuestro protagonista guarda un gran recuerdo de la parte gastronómica. «Estuvimos comiendo en La Pepica, uno de los restaurantes de más solera y antiguos de Valencia. Es un local muy grande en el que en una parte estábamos los aficionados del Mallorca y en otra los del Barcelona, pero con un gran ambiente y respeto entre ambos».
Ahí, Andreu tuvo la oportunidad de conocer al exministro de Sanidad y Consumo en el primer gobierno de Felipe González, Ernest Lluch. «Unos amigos y yo nos hicimos una foto con él y me dio una gran pena cuando poco después (el 21 de noviembre de 2000) fue asesinado por ETA. Se veía que era un hombre, además de un culé apasionado, un gran hombre. En los postres, un panadero de es Pilarí que en cada final reparte un montón de ensaimadas. Fue por todas las mesas, no solamente las de los mallorquinistas, sino también a las de los barcelonistas y contribuyó a que el ambiente fuera aún mejor». Andreu tuvo oportunidad también de hablar y fotografiarse con exjugadores del Barcelona como Fusté o Ramon Maria Calderé.
El triunfo llegó por fin en 2003. Repetía la comunidad valenciana como sede de la final, pero en esta ocasión era Elche la ciudad elegida El protagonista fue Samuel Etoo, tanto dentro del terreno de juego al anotar dos d ellos tres goles, como fuera. «Él fue el organizador de una gran paella que degustaron muchos aficionados, pero yo no fui. Había llegado dos días antes a Alicante con mi mujer y unos amigos y yo estuve en una comida que había organizado en el restaurante Las Palmeras el delegado de Codorníu. Era increíble cómo volaban las botellas», explica divertido. Andreu resume estas dos últimas experiencias diciendo: «Valencia y Elche fueron una fiesta».
Para Sevilla, Andreu, junto a su mujer, su yerno y su nieto han preparado un viaje en el que no sólo se limitarán a estar en la capital de Andalucía. «Llegamos el jueves a Jerez en avión y estaremos allí dos días, luego cogeremos el coche de alquiler para ir a Sevilla y la vuelta la haremos en coche desde Sevilla hasta Madrid y de allí ya regresaremos a Palma en avión».
Andreu explica que su yerno y su nieto «son muy mallorquinistas, más que yo la verdad. A mí me gusta mucho el fútbol, lo disfruto, pero tampoco soy un forofo. Lo importante es que lo pasemos lo mejor que podamos y si luego además venimos con la segunda Copa del Rey pues mejor que mejor». Y a Arabia Saudí irá «si estoy bien de salud».
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