Javier Aguirre, dando instrucciones durante el encuentro de este sábado en Valencia. | CARLOS GIL-ROIG

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Un Javier Aguirre locuaz ha comparecido en rueda de prensa tras el choque satisfecho con el encuentro de su equipo. «El punto es bueno porque el Valencia es un gran equipo en su casa. Los números dicen que es casi imbatible. Presionan mucho, ponen un ritmo muy alto y no te dan mucha opciones, por eso estoy contento con el empate. Creo que ningún equipo se impuso a otro y el resultado es justo», explicó. El técnico mexicano tuvo palabras de reconocimiento para Dominik Greif, el mejor jugador del encuentro por los visitantes.»A ver si está tan bien en la final de Copa. Estoy muy contento por él porque se lo merece. Hace dos años estaba viviendo una situación terrorífica. Se iba a su país a tratarse y a pincharse en la espalda, estaba triste, no hablaba ni una palabra de español...Ahora está alegre, integrado y demostrando que es un portero. La verdad que me alegro mucho por él».

Aguirre aseguró que a la hora de confeccionar el once no había pensado en la final del próximo sábado. «He puesto a los once mejores que tenía para el partido y en la final pondré a los otros once, bueno, a diez, porque serán Greif y el resto. Los equipos de abajo están ganando y nosotros no podemos regular nada». Dos son los nombres propios cuyo estado físico preocupa en el equipo bermellón: Mascarell, que se tuvo que retirar del partido y Valjent, que no viajó a Valencia. «Mascarell tiene un problema muscular y lo están tratando ahora con hielo, pero no sabemos el alcance de la lesión. Valjent se ha quedado trabajando y espero que esté en condiciones de llegar a la final porque hemos tratado su dolencia con mucho mimo».

Respecto a la jugada en la que Ortiz Arias pitó penalti, Aguirre reconoció que no la vio. «Los que vieron los monitores me dijeron que era pecho y ya me quedé tranquilo porque sabía que el árbitro iba a ir al VAR e iba a cambiar su decisión». Aguirre recordó cómo siendo seleccionador de México se vio perjudicado en dos mundiales frente a Argentina «por un fuera de juego no de uno sino de dos metros» y por una «manota» de Estados Unidos. De vuelta a la final de Copa, Aguirre explicó que el partido ante el Athletic de Bilbao «es un premio. En nuestra plantilla tenemos a más jugadores que han vivido descensos que títulos. Vamos a disputar el encuentro y lo que no voy a parar es la ilusión que tienen los jugadores. No están acostumbrados a jugar finales, y yo tampoco. Somos modestos en curriculum, pero no en ganas». El míster del conjunto bermellón quiso también lanzar un mensaje de agradecimiento a la afición. «Les quiero dar las gracias porque su respuesta ha sido increíble con esas 20.000 personas que se desplazarán a Sevilla. Se lo merecen después de haber pasado unos años difíciles en los que el equipo cayó hasta la Segunda División B. es también un premio para ellos».

El valenciano y exvalencianista Toni Lato fue otro de los protagonistas de l encuentro. «Estoy encantado de haber visto a familiares y amigos y no tengo palabras más que de agradecimiento por cómo me ha recibido la afición». El lateral izquierdo valoró el punto conseguido como «bueno. Hemos planteado bien el partido y somos un equipo difícil para cualquier rival».