Palma13/04/24 23:17
Las derrotas contra el Madrid suelen estar presupuestadas y pocos entrenadores, salvo que sean víctimas de algún ataque de optimismo descontrolado, incluyen los tres puntos de esa jornada en los cálculos anuales por la permanencia. Poco importan las estadísticas o los precedentes cercanos, que en este caso salían pintados de verde para el Mallorca. Los blancos, con un ojo en Palma y el otro en su nuevo archienemigo —el Manchester City de Guardiola— no necesitaron vaciar el cargador para seguir extendiendo la alfombra hacia el título y celebrar su vigésimo cuarta victoria en 31 partidos. Poco que objetar. Y menos aún que reprocharle a un Mallorca que, como casi siempre, aguantó la compostura y el tipo.
1 comentario
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Dada la inoperancia de los habituales delanteros, Muriqi y, sobre todo, Larin, creo que es hora de apostar por Abdón y Radonjic. Lo que es seguro es que peor no lo van a hacer. Merecen una oportunidad.