Dominik Greif, durante el partido del pasado domingo en Son Moix entre el Real Mallorca y el Real Madrid. | Miquel Àngel Borràs

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Dominik Greif está ante su segundo gran momento como jugador del Mallorca. El portero eslovaco, uno de los nombres propios de la Copa del Rey que desembocó el pasado mes de abril en la final de La Cartuja, acaba de abrir su cuarta temporada en el club y por primera vez lo hace como titular. Y aunque Jagoba Arrasate ya ha dejado claro en más de una ocasión que su elección para la primera jornada no tenía por qué ser definitiva, es evidente que el exguardameta del Slovan Bratislava se encuentra frente a su gran oportunidad para triunfar por fin en LaLiga.

Pese a llevar en el club desde 2021, el del otro día contra el Real Madrid es solo el cuarto partido de Greif en la Primera División española, un campeonato en el que siempre ha permanecido a la sombra de otros compañeros. Primero a la de Manolo Reina o Sergio Rico y últimamente a la de Predrag Rajkovic, aunque en sus suplencias influyeron también todos esos problemas físicos con los que cargaba en sus primeros cursos en Mallorca y lo llevaron a ser prácticamente invisible en el torneo regular. En sus tres campañas anteriores nunca ha jugado más de un encuentro y solo ha encontrado espacio en la Copa, donde acumula 11 participaciones. Unas cifras muy pobres para un portero que siempre ha trabajado muy bien en la intimidad de Son Bibiloni, que brillaba en el club más grande de Eslovaquia y que llegó a ser internacional absoluto con su país.

Como la mayoría de sus compañeros, Greif tuvo un papel destacado en el encuentro inaugural ante el Real Madrid. Solo encajó un gol (uno menos que el Borussia Dortmund y el Atalanta, los últimos rivales con los que se había cruzado el conjunto blanco en las finales de la Champions y la Supercopa de Europa) y se hizo grande ante Kylian Mbappé, el futbolista al que todo el mundo esperaba. Las estadísticas oficiales de LaLiga le señalan como el segundo portero con más paradas de la primera jornada (5), solo superado por Juan Soriano, del Leganés (6).

Greif, que ahora ‘compite' por ser titular con otro portero de grandísimas cualidades como Leo Román, ha estado entrenando muy duro mientras aguardaba su momento. Este verano, sin ir más lejos. Todavía en su periodo vacacional, pidió permiso para trabajar unos días con el DAC 1904 en Dunajska Streda, a una hora en coche de su Bratislava natal. Allí dejó un grato recuerdo tras compartir una serie de sesiones con el equipo que dirige Xisco Muñoz, que también cuenta en su cuerpo técnico con otros mallorquines como Roberto Cuesta o Toni Valle. El objetivo no era otro que llegar al principio de curso al mejor nivel posible.

Dominik Greif, este verano en Dunajska Streda junto a los mallorquines Roberto Cuesta, Xisco Muñoz y Toni Valle.

El portero eslovaco tiene toda esta semana por delante para mantenerse en los planes de Jagoba Arrasate y volver a jugar este sábado en El Sadar frente a Osasuna, el primer rival al que se enfrentó como jugador del Mallorca.