Martin Valjent despeja de cabeza ante la presencia de Diego durante el partido disputado en Butarque. | Carlos Gil-Roig

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Llegó en silencio. Como un desconocido. Cedido por el Chievo, Martin Valjent (Dubnica nad Váhom, 1995) aterrizó en la Isla sin fuegos de artificio y, en principio, para una aventura con fecha de caducidad. Tenía apenas 22 años cuando Vicente Moreno le dio la alternativa en Segunda División -el equipo había ascendido de Segunda B- para suplir la ausencia de Antonio Raíllo. Fue el 31 de agosto de 2018. Ante apenas 1.800 espectadores y con compañeros en el once como Manolo Reina, Fran Gámez, Xisco Campos, Salva Ruiz, Pablo Valcarce, Salva Sevilla, Pedraza, Carlos Castro, Lago Junior y Abdón Prats, el estadio Santo Domingo de Alcorcón asistió al bautismo de un futbolista que no arrancó con buen pie (el equipo sufrió su primera derrota del curso, 1-0), pero que, seis años después, se ha convertido en uno de los extranjeros más prolíficos en la historia de la entidad y en uno de los jugadores más queridos por la hinchada.

Desde aquel encuentro en Alcorcón, Valjent acumula 213 partidos con la camiseta bermellona, una cifra que le permite divisar el podio de los elegidos. El extranjero con más encuentros disputados con el Mallorca es José Carlos Araújo Nunes, que en las nueve temporadas en la Isla disputó 258 encuentros con 15 goles. El portugués también encabeza esta clasificación de jugadores foráneos de encuentros en Primera División con 222 duelos. El segundo en este ránking es el Caño Ibagaza, con 247 partidos y 30 goles repartidos en sus ocho campañas en las dos etapas.

El tercer escalón del podio es para Jovan Stankovic, que intervino en 219 encuentros, anotando 29 goles, en sus siete campañas. Apenas a seis partidos, con sus 213 duelos (134 en Primera, 62 en Segunda, 13 en Copa del Rey y 4 de promoción de ascenso), aparece ya Martin Valjent, que superó el pasado sábado en Butarque a dos leyendas como Zaki Badou y Samuel Etoo en partidos en la máxima categoría con los 134 que acumula. En cuanto a partidos totales, Valjent ya mira por el retrovisor a extranjeros que dejaron huella en la Isla como Lago Junior, Juan Arango, Zaki Badou, Leo Franco o Dudu Aoaute.

El internacional eslovaco también posee un récord difícil de igualar. Siempre ha sido titular en Primera División y en estas siete temporadas que acumula en el vestuario mallorquinista, solo ha sido suplente en cuatro ocasiones: dos en Segunda ante el Elche y el Albacete y otros dos en la Copa del Rey frente al Guijuelo y en Eibar. Otro dato sorprendente es que ha visto 32 cartulinas amarillas... pero nunca ha sido expulsado. Solo ha marcado un gol. Fue en Segunda en Son Moix ante el Tenerife con Luis García Plaza en el banquillo.

Valjent, que recalaba en la Isla como teórico recambio de la pareja Raíllo-Xisco Campos, que partían como los teóricos titulares, se ganó la confianza de Vicente Moreno desde ese estreno en el sur de Madrid. Sus gestos también le auparon al corazón de la hinchada. Sobre todo en aquella cita ante el Extremadura en octubre de 2018. El central, que había renunciado a la llamada de su selección para jugar ese partido, sufrió un hematoma renal y un sangrado del riñón tras un golpe durante el encuentro. El futbolista siguió jugando, algo que los médicos no se explicaron entonces, aunque al final del encuentro saltaron todas las alarmas y fue trasladado a un hospital al tratarse de un golpe en un órgano vital. Estuvo un mes de baja y desde entonces apenas ha dejado de contar para los diferentes entrenadores (Moreno, Luis García Plaza, Javier Aguirre, Jagona Arrasate...) y esta campaña está siendo uno de los jugadores más destacados en el inicio de curso.

Acaba contrato a finales de la presente temporada y en la carpeta de asuntos por resolver que maneja Pablo Ortells, su renovación debe ser una de las prioridades. Valjent, que ha recibido el interés de varios clubes (el Valencia tocó a su puerta con insistencia) es uno de los futbolistas más rentables de la historia. Por apenas un millón y medio de euros, el Mallorca firmó a un central, que todavía tiene 28 años, que ya se sienta a comer en la mesa de los elegidos.