Tras su paso por la Real Sociedad, Numancia y Osasuna, ahora Jagoba defiende el escudo del Mallorca. | Pilar Pellicer

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De mirada curiosa y rostro marcado por el sufrimiento, como el de la mayoría de entrenadores. Es Jaboga Arrasate Elustondo (Berriatúa, 1978), técnico del Mallorca y uno de los pocos que llegó a Primera con apenas 35 años. Ahora, con 46, es un preparador joven y a la vez con experiencia para liderar el Mallorca postAguirre. En esta entrevista con Ultima Hora explica cómo está el equipo en este primer alto en la competición.

Los jugadores necesitan adaptación cuando llegan a un nuevo club, los entrenadores también. ¿En qué fase se encuentra usted?
Sé cuándo empezó ese periodo, pero no cuando va a acabar porque lo veo más como un camino continuo al que no sé bien cuándo se le puede poner fin. Es todo nuevo, el club, la plantilla, las ideas y entiendo que eso es un proceso en el que buscaremos buenos resultados y que todos podamos creer en una misma idea.

¿Y el equipo, en qué fase se encuentra de adaptación a la nueva realidad futbolística?
Es complicado cuando te meten cuatro jornadas en agosto, con el mercado abierto, con jornada entre semana, no es fácil todo junto. Ha habido de todo en estos cuatro partidos, pero lo cierto es que la última victoria ante el Leganés nos ha dado esta tranquilidad que nos permite pensar que fuera de casa podemos hacer buenos partidos y ganar y ahora el equipo está mejor que hace un mes.

Eran solo cuatro partidos, pero el encuentro ante el Leganés ya estaba revestido de esa necesidad de ganar que parece que nos situábamos a mitad de temporada.
En el fútbol y en la vida parece que todo es urgente. Esta última victoria nos da tranquilidad y sobre todo también sentido a los empates que habíamos cosechado y pone en su sitio el trabajo que habíamos hecho hasta ahora. Solo son cuatro jornadas, pero empezar bien ayuda.

Dice Guardiola que la temporada empieza después de este parón de selecciones. Los puntos en juego hasta ahora cuentan, pero las plantillas y también la del Mallorca estaba a medio construir.
Ahora están las plantillas cerradas y en nuestro caso hemos incorporado a tres futbolistas que no han jugado estos cuatro partidos y tenemos tres posibilidades más. Otros equipos han perdido jugadores y ahora cierras filas y empiezas de verdad, pero estas últimas cuatro jornadas también valen y por lo menos tenemos cinco puntos.

Este Mallorca es diferente al de estos últimos años ¿Es complicado iniciar una reconstrucción de filosofía de juego como la que está aplicando usted?
No es fácil porque hay unos hábitos y una manera de jugar y de actuar que ha hecho que este equipo llegue a los objetivos. Una época de cambio no es fácil, pero cuando tienes buena predisposición por parte de todos esto siempre lo hace más sencillo. La plantilla es muy honesta y trabajadora y nos están ayudando mucho. Nos estamos también adaptando a ellos y lo que queremos ver ya se ha visto por momentos, pero hay que darle continuidad en un mismo partido. Sé que en el fútbol no hay mucha paciencia, pero en estos partidos sí se ha visto lo que queremos y que los jugadores son capaces de hacerlo.

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El entrenador del Mallorca, en una imagen captada en Son Bibiloni.

Usted estaba muy institucionalizado en Osasuna y dio un cambio radical a su etapa profesional. ¿Le costó mucho tomar la decisión de venir al Mallorca?
Al final todos somos personas y ese punto de incertidumbre siempre lo tienes cuando vas a un lugar nuevo y sales de la zona de confort después de seis años. Pero la vida es eso también, son retos y etapas por iniciar. Es un cambio que experimento yo, pero también mi mujer y mis hijos. Vamos a vivirlo juntos y eso saca lo mejor de cada uno.

Osasuna mejoró sus prestaciones y a ese ADN de equipo luchador le inyectó talento y capacidad de ser protagonista en los partidos. ¿Es su idea aquí también?
El no rendirse y tener una intensidad alta es muy importante, pero esto es fútbol y cuanto mejor juegues estás más cerca de conseguir resultados. Este grupo que me he encontrado tiene ese factor diferencial de competir muy bien y de entregarse y tenemos que aprovechar eso para, con matices del juego, llegar al resultado.

Robert, Valery y Chiquinho, ¿qué pueden ofrecer los recién incorporados?
Son tres jugadores que no les hemos visto todavía, pero mejoran la plantilla. De Valery destacaría su versatilidad, ahora mismo seguramente lo ubicaremos en el lateral derecho porque tenemos las bajas de Maffeo y Morey, pero puede jugar en muchas posiciones. Robert Navarro es talento, es un futbolista asociativo con un buen nivel técnico que nos va a venir muy bien y Chiquinho es ese jugador desequilibrante que necesitábamos también en la plantilla.

¿Se ha quedado algo en el camino?
Cuando se habla de tantos nombres y se valoran tantas situaciones siempre hay alguno que pudo venir y no viene y al revés. Estoy a muerte con los míos y no pienso si pudo venir uno u otro.

¿Cree que este año Sergi Darder puede ofrecer lo mejor que lleva dentro con este nuevo proyecto y las ideas renovadas?
Esperemos que sea así, tanto con Sergi como con todos los demás. Él no está contento con la temporada pasada y es un jugador muy autocrítico y es el primero que tiene que dar el paso y nosotros dar con la tecla y dotarle de un contexto adecuado para que rinda al máximo. En estos cuatro partidos ha sido importante y creemos que todavía puede serlo más.

¿Y Morlanes?
No empezó jugando de titular pero sí lo hizo al final y es compatible con Sergi. Los buenos jugadores siempre son compatibles.

¿El cambio de portero en las primeras jornadas fue un hecho puntual o será la tónica predominante en la Liga?
Cuando yo creo en los porteros quiero que los dos estén activos. Greif jugó los dos primeros partidos, después Leo, regresó Dominik y van a seguir jugando. Entiendo que uno lo hará más que otro, pero estoy contento con los dos y no quiero que uno tenga todo el protagonismo y el otro esté sin jugar y prefiero tenerlos a los dos enchufados.

¿Qué es lo que más le sorprendido del vestuario del Mallorca?
Me ha sorprendido la gran familia que forman. Están muy unidos y he corroborado lo honesto que es el grupo a la hora de trabajar, de adaptarse a una idea, de creer, de ayudar al entrenador, en el día a día intentan ser los mejores para competir el domingo. Escuché hablar de que el grupo era bueno y en eso tiene mérito el anterior cuerpo técnico y la plantilla es parecida a la de Osasuna, que si algo tiene es honestidad.

¿Flojea alguna línea?
En dos partidos hemos marcado dos goles y encajado dos, eso indica que a nivel defensivo los números son buenos, pero hay que mejorar ofensivamente. Cuando digo que hay que mejorar siempre hay que hacerlo desde el colectivo, nunca hablo de un jugador o de una línea. Hoy en día el fútbol es un todo y el movimiento de uno repercute en otro, no separo las líneas o las posiciones.

¿Cambia mucho la mentalidad del futbolista de jugar con cinco atrás a hacerlo con cuatro?
Sin duda. De una parte estás más arropado y de la otra más expuesto, ahora es mucho más importante la presión que se pueda hacer desde la delantera porque de lo contrario los que salen en la foto son los de atrás, antes tal vez no pasaba eso. En ataque los carrileros tenían más libertad, ahora tenemos un lateral más un extremo, son cosas que cambian, pero todos los jugadores que tengo han jugado con línea de cuatro o con la de cinco, hoy en día la riqueza táctica que tienen es mayor a la que teníamos nosotros antes.

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El técnico bermellón, durante la entrevista concedida a Ultima Hora.

Un detalle de esta temporada lo tuvo usted con Marc Domènech. No pudo marcar en su debut y le dio la titularidad frente al Leganés. ¿Lo tuvo claro cuando terminó el partido ante el Sevilla o lo fue masticando durante la semana?
Contra el Sevilla tuvo una ocasión porque hizo las cosas bien, jugando en banda izquierda llegó, se posicionó y todo lo hizo bien menos el último impacto y yo valoro más lo que sucede antes. Él se queda frustrado porque lo falló, pero a mí me gusta ver la reacción de los días siguientes y él participó y marcó goles y reaccionó muy bien. Le veía preparado. Nosotros venimos de estar en la Real y en Osasuna y ahora lo primero que hemos hecho ha sido mirar en casa y veíamos que Marc nos podía ayudar y participó en el gol de Leganés. Hay que darle naturalidad en este sentido.

Tengo que preguntarle por un futbolista muy especial para la afición y el club como es Abdón. ¿Qué rol va a desarrollar con usted?
Juega un papel muy importante en el día a día, tal vez eso no lo ven los medios, pero nosotros sí y nos está ayudando mucho y a nivel futbolístico ha jugado dos ratos, pero empezó la pretemporada con problemas, en Inglaterra no pudo participar y llegó con un déficit de dos semanas y ahora está mejor y Abdón va a seguir haciendo goles y nos tenemos que aprovechar de ello.

La liga acaba de empezar y cuando se empieza dudando se arrastra todo el año. ¿El gran reto es arrancar bien y dar un pequeño paso hacia arriba?
Solo llevamos cuatro jornadas, pero arriba ya están posicionados y por eso insisto en la importancia del último resultado. Nosotros tenemos la ilusión de asentar unas bases y que la afición se conecte con el equipo y que se dé ese binomio que nos hace más fuertes. Eso se consigue con resultados.

Le pregunto ahora por el Mallorca como club. ¿Qué se ha encontrado?
Es una entidad emergente en todos los sentidos, he estado con la propiedad, con la dirección deportiva y todo lo que me habían dicho se está cumpliendo y ahora queremos ayudar a crecer al club y crecer a la vez de la mano del Real Mallorca.

Su nombre sonó en muchos equipos a final de temporada. ¿Cuál fue el factor diferencial para que se decidiera por el Mallorca?
Cuando tienes situaciones de poder elegir no es fácil. Pero nosotros nos movemos por proyectos, por poder estar a gusto en un sitio, por poder pisar suelo firme en el lugar elegido. Todo esto se analizó y pesó en la decisión final, la plantilla, la propiedad del club, la confianza que depositaron en nosotros porque no es fácil que te ofrezcan tres años para llevar a cabo un proyecto. También contó la estabilidad de la entidad. Eso desde fuera se percibe.

¿Cuál es su sistema ideal?
Normalmente en el fútbol del norte manejamos un 4-4-2, pero en ocasiones no podemos hacerlo con dos puntas y metemos un jugador por dentro y hacemos nuestras trampas y se convierte en 4-2-3-1. Pero el sistema en ocasiones es un dibujo, lo importante es el desarrollo de la idea sobre el campo. Hoy en día el fútbol ha cambiado y durante la semana se trabajan muchas variantes, pero el factor diferencial es el plan de partido, saber corregir, saber improvisar y en eso tenemos que ser intervencionistas. Hay que estar lúcido y tener a una persona al lado que no te diga que sí a todo.

Manix Mandiola fue su entrenador, un viejo conocido en la Isla. ¿Qué aprendió de él?
Muchísimas cosas. Estuve cinco años con él y fue como un máster para mí. Aprendí de fútbol, de la vida, es superinteligente. Vine a verle también aquí en Son Malferit, sufrí con él por esos no ascensos del Baleares y siempre me hablaba muy bien de la ciudad y de la Isla y me consta que está contento de que yo esté aquí.

El alumno ha superado al maestro.
Eso me decía él, pero en algunas cosas es insuperable.

¿Cómo es su jornada diaria en el Mallorca, la de usted y su cuerpo técnico?
Llegamos a Son Bibiloni sobre las ocho. Preparamos el entrenamiento, después llega el tiempo de entreno y posteriormente analizamos cómo ha ido el trabajo. Después comemos aquí y por la tardes nos quedamos a analizar el rival. Es un trabajo más de vídeo y análisis. El día cunde y podemos hacer muchas cosas.

Usted parece más identificado con el sistema de fútbol de toda la vida, no tan de laboratorio.
Están bien todos los soportes. Hoy tenemos un programa que es el mediacoach donde tenemos ahí todos los datos, tenemos programas con GPS que analizan todo el entrenamiento, pero soy muy de sensaciones del verde, no solo nos tenemos que ceñir a los datos porque solo con eso nos podemos equivocar. Yo los utilizo como soporte. Mis sensaciones se siguen guiando por lo que pasa en el campo.

¿Que es lo que no perdonaría a un futbolista?
Soy muy de empatizar con el jugador. Hay que saber que cada uno tiene su historia, su contexto, su vida y en eso hay que escuchar mucho al futbolista, pero en el grupo hay cosas que son sagradas y sobre el campo hay que ser profesional, honesto y trabajador. Tienen que darlo todo y en el norte eso lo tenemos muy arraigado. Las cosas pueden salir mejor o peor, pero hay que darlo siempre todo y aquí tenemos una ventaja y es que este grupo tiene este carácter.

¿Cómo aplica la disciplina en el vestuario?
Hay unas normas porque hay cosas que nos se pueden poner en duda, pero no soy de prohibir o de ser autoritario. Desde la normalidad y naturalidad explicando las cosas yo pretendo que el grupo me siga, pero para esto hay que transmitir y para conseguir esto hay que hacer este trabajo dentro y prepararnos nosotros mismos. Cuando haces todo eso, el grupo te sigue y esa es la manera de liderar que me gusta, no desde el autoritarismo o desde la prohibición. Hoy en día al jugador hay que convencerle y para esto primero tienes que estar tú convencido.

Con 35 años empezó a entrenar en Primera. Con esa edad hay futbolistas que todavía no se han retirado.
Eso pasa por no haber sido buen futbolista porque de ser mejor habría alargado más la carrera. Yo siempre he jugado en Segunda B y Tercera, pero empecé muy joven entrenando y eso tampoco se elige. Tuve la oportunidad. En el fútbol tienes que estar siempre preparado para mejorar porque esto va muy rápido. En el momento en que piensas que lo sabes todo, ese es el instante en que las cosas van a dejar de salir bien. No puedes pensar que lo sabes todo en fútbol.

¿Es mejor entrenador ahora que cuando empezó en la Real?
Por su puesto y soy peor que dentro de cinco, eso seguro.

¿Ha podido disfrutar de la ciudad desde su llegada?
La Isla la controlo porque venimos regularmente de vacaciones. Palma no la conozco tanto, pero confío en estar mucho tiempo y explorarla bien.

¿Qué mensaje les daría a los entrenadores de fútbol base?
Que se guíen por la pasión que tienen. Lo que veo es que hay como mucha prisa de querer promocionar, de querer subir y ese no debería ser el objetivo. El reto es ser mejores cada día, que el grupo mejore y eso es lo que a un técnico le tiene que hacer sentir orgulloso y después estar preparado por si te llega la oportunidad. No hay que estar pensando en si me van a promocionar o si voy a subir de categoría y de equipo porque en ocasiones el camino más corto no es el mejor.

¿Y qué recomendación puede dar a los entrenadores del fútbol senior de categorías regionales, tercera, etcétera?
A estos técnicos les adoro porque hay jóvenes que pueden llegar y otros que por circunstancias no van a tener esa oportunidad y le meten pasión y ganas y son un ejemplo. Vengo de ahí, vengo del barro y por eso siempre me gusta ver resultados de esas categorías y a equipos de esas categorías porque son los grandes olvidados.

¿Hay un secreto para llegar al fútbol profesional?
No lo sé. Si me guío por mi caso no es normal estar en un equipo de Tercera como el Elgoibar, que te firme la Real para el fútbol base y pases al primer equipo. En un momento necesitas que alguien confíe en ti y al final eso sucede y otra veces no, pero lo que hay que hacer es estar preparado porque te puede llegar o no, pero si te llega hay que aprovecharlo.

¿Qué mensaje le daría la afición del Mallorca?
Estoy encantado de los dos partidos en casa, he visto a una afición que ha apoyado al Mallorca, he visto muchas camisetas rojas, que eso me encanta, y decirles que vamos a intentar que se sientan identificados con el equipo y que se pueda generar ese binomio entre ellos y el equipo porque seguro que somos más fuertes.