Los jugadores del Mallorca celebran el gol de Vedat Muriqi en el partido de este domingo contra el Rayo Vallecano en el estadio de Son Moix. | Cati Cladera

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R.C.D. Mallorca Mallorca 1

Rayo Vallecano Rayo 0

Primera División | Jornada 10 | 20/10 14:00 | Final

La música sigue sonando a todo volumen en Son Moix. Ni el paréntesis de la LaLiga ni el ya lejano desliz de Cornellà han achantado a un Real Mallorca que sigue jugando, avanzando y produciendo. Los de Jagoba Arrasate desarticulaban este domingo al Rayo Vallecano en Son Moix para empaquetar la quinta victoria de la temporada y mantenerse a flote entre los grandes. Un gol tras el descanso de Vedat Muriqi, fruto de esa alianza mágica que forma con Dani Rodríguez, sellaban otra jornada redonda. Otra semana para seguir soñando (1-0).

Arrasate había decidido salir con todo. Los cuatro internacionales del grupo entraban en el once titular, donde también reaparecía Muriqi, que llevaba tanto tiempo fuera del equipo por lesión como el equipo lejos de Son Moix. Afilados los colmillos, había que salir mordiendo. Y el primer bocado lo tiraba Robert Navarro con el sol aún saliendo. El disparo del catalán, tirado hacia la orilla derecha, lamía la cara externa del palo y obligaba a Batalla a mantener la alerta a la entrada de la cueva rayista.

Sin los miedos de otros tiempos ni las apreturas clasificatorias de otras temporadas, Mallorca y Rayo no renunciaban a hacerse cosquillas. El que más lo intentaba, impuesto por el guion, era el cuadro balear, muy insistente a partir del centro campo. Muriqi iba a tomar el mando de la operaciones en ese bombardeo, selectivo y poco intenso, que trataba de lanzar el cuadro balear. El Pirata, que parecía más hambriento que los demás, resolvía con un cabezazo demasiado picado un centro de Mojica que suponía el segundo gran golpe sobre la mesa. A partir de ahí, el dominio era más territorial que efectivo. Al Mallorca le faltaba abrocharse el último botón de la camisa.

En la esquina contraria, el Rayo Vallecano no necesitaba llenar de pisadas el área de Greif para dar miedo, aunque fuera muy de vez en cuando. Práctico y con un fútbol muy funcional, le bastaba con tirar de cartabón un par de veces y con encontrar a Camello.

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La primera parte acabaría como empezó: con Robert Navarro bordeando el gol. Tendría una doble ocasión el extremo después de que el equipo le sacara el zumo a un saque de banda avanzado. El Mallorca se iba a la caseta con buena cara pero sin llevarse nada la boca y sin llenarse la tripa.

No quería Jagoba que el equipo perdiera el hilo del encuentro durante el intermedio y volvía a salir en tromba al inicio del segundo acto. Cargando con todo para intentar sorprender a un Rayo entero y con una buena mandíbula pese al desgaste inicial. Entre Larin, Mojica y Darder ametrallaban el área de Batalla. El problema es que lo hacían con más voluntad que puntería.

Con Larin ya falto de carburante y el Mallorca atascado en ese último peldaño, el público de Son Moix iba a empezar a reclamar la entrada de Abdón con casi media hora por delante (la reivindicación posterior sería la internacionalidad de Raíllo). El recuerdo de aquel gol milagroso que pagó la permanencia era más esperanzador que la respuesta del ataque. Aún así, Jagoba empezaba su reforma particular buscando a dos de sus principales artilleros: Dani Rodríguez, homenajeado en la antesala del encuentro, y Valery, el autor de los tantos inesperados.

Los cambios iban a sentarle de lujo al Mallorca, que enseguida iba a echar a los demonios del cuerpo con una jugada a balón parado que ya es una de sus señas de identidad más rotundas. Dani sacaba desde la esquina y Muriqi hacía el resto con un cabezazo de catálogo. La sociedad galaico-kosovar seguía funcionando. El Pirata volvía a ponerse el parche ante su víctima favorita.

La fiesta podría haber sido mayor de no ser por un gol anulado a Antonio Sánchez con el tiempo cumplido que Son Moix, en cualquier caso, ya había celebrado por todo lo alto. La alegría ya estaba desbordada. Se esfumaba el 2-0, pero no la victoria. Y menos aún, la percepción de que este Mallorca tiene un brillo especial.

Ficha técnica

1- Real Mallorca: Greif; Maffeo, Valjent, Raíllo, Mojica; Morlanes (Mascarell, m.77), Samú Costa, Darder (Antonio Sánchez, m.84); Robert Navarro (Valery, m.72), Larin (Dani Rodríguez, m.72) y Muriqi (Abdón, m.84).

0 - Rayo Vallecano: Batalla; Andrei, Mumin (Aridane, m.73), Lejeune, Balliu; Gumbau (Pathé Ciss, m.55), Unai López (Óscar Valentín, m.63), De Frutos, Álvaro; Isi (James, m.63) y Camello (Sergi Guardiola, m.55).

Gol: 1-0, minuto 76, Muriqi.

Árbitro: Javier Alberola Rojas (Comité castellano-manchego). Amonestó a Morlanes por parte del Mallorca y a Mumin por parte del Rayo Vallecano.

VAR: Sánchez Martínez (Comité murciano).

Incidencias:  18.316 espectadores en Son Moix. Antes del partido el Mallorca hacía entrega a Dani Rodríguez de una camisera conmemorativa de sus 250 partidos oficiales con el club.