El hombre, de 58 años y nacionalidad ecuatoriana, ya había sido detenido en el mismo lugar el 23 de octubre de 2023. La Audiencia de Palma lo condenó el pasado mes de diciembre a tres años y medio de cárcel por traficar con drogas en esa planta baja.
«La labor del acusado como encargado de la venta de sustancias estupefacientes en el interior del inmueble de la calle Randa 32 A que le atribuye la acusación ha quedado plenamente acreditada», sostiene la sentencia. El 23 de octubre la casa fue tapiada por su propietario, pero enseguida se reanudaron las ventas de drogas por los integrantes del clan.
El lunas pasado, cuando agentes de la Policía Nacional perforaron el punto de venta, Manuel Eduardo salió con gorra y vestido de negro. El Grupo II de Estupefacientes ha desmantelado el inmueble en tres ocasiones: el 11 de julio y el 23 de octubre de 2023 y el 10 de marzo de 2024.
Los agentes comprobaron a lo largo de la investigación que en la planta baja se realizaban decenas de ventas de sustancias de forma diaria. La vivienda posee unas medidas de seguridad que la convierten en «un auténtico búnker prácticamente inexpugnable», según la policía. Tenía una puerta de acero de gran grosor con cuatro cerrojos, verjas en cada ventana y muros de unos 40 centímetros de grosor. A estas medidas se le añaden bisagras, cerraduras reforzadas y placas metálicas que imposibilitan acceder al interior.
Las ventanas se han reducido al mínimo tamaño posible con la finalidad de intercambiar dinero por droga. Es imposible que pase una persona a través de ellas. El puntero, como se conoce al hombre que vende la sustancia, dispone de un sistema de destrucción de drogas muy rudimentario que está compuesto por una botella de butano, acelerante y un soplete.
Los integrantes de el clan de ‘El Pablo’ blindaron los accesos para retrasar la entrada de la policía. El GOIT, especializado en aperturas que cuenta con todo tipo de material específico para abrir inmuebles, utilizó unas pinzas hidráulicas que ejercen una fuerza de hasta 12.000 kilos y no sirvieron de nada para destruir la puerta.
Los agentes, que tardaron más de una hora y media en acceder al búnker, tuvieron que perforar la pared con una maza y una sierra radial al no poder entrar por la puerta. Manuel Eduardo, un veterano traficante, dijo que no escuchó nada.
12 comentarios
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Quines comèdies. Tot això s'ha fet amb permisivitat de les cloaques de les autoritadutxes. O qualcú es creu que això seria possible sense connivència de comandaments policials i pseudo-polítics ???
la guardiasivi lo puede toooooo.... viva la guardia siviiiii
El bunker debió cumplir su cometido...dar tiempo!
Mallorquí de MallorcaPor la puerta blindada
Lo peor es la gente que les compra, son todavía peores que ellos, que ya es decir, y con una Justicia woke y unos políticos cómplices de los clanes, empezando por Vox, esto no tiene solución.
no se puede ser mas tonto
No han anat a xerrar amb els del ppvox com els de son banya aquests?
Será hasta la próxima, porque cada tanto desarticulan y luego todo se vuelve a articular nuevamente. Es un camino sin fin.
Punto de venta desmantelado hasta en 4 ocasiones. El que vende sustancias detenido y condenado a prisión, pero no solo sigue libre sino que sigue delinquiendo y no pasa nada!. Ve tú y sáltate un semáforo en rojo o debe algo a hacienda, a ver...
Segons la notícia, el detingut vivia tancat dins un búnker hermètic. Igual era més senzill localitzat per on entrava i sortia la droga, els €, el menjar i el propi treballador. Paripé.