Gabriel Escarrer Jaume, fallecido el pasado martes, era un mallorquinista de toda la vida. De hecho, recuerdo perfectamente la ubicación del todopoderoso hotelero en el viejo Lluís Sitjar. En aquellos años, muy lejanos en el tiempo, se decía que Escarrer sufría tanto con su Mallorca que necesitaba tomarse una pastilla para amortiguar los nervios. Ayer, se guardó un respetuoso minuto de silencio en su memoria. Era obligado.
Escarrer fue uno de los hoteleros que en el 2003 realizó una aportación a la Fundació Reial Mallorca, que debía invertirse en la adquisición de la ciudad deportiva de Son Bibiloni y acciones del Lluís Sitjar. La aportación total fue de 3,3 millones de euros y Escarrer fue uno de los cuatro empresarios que aportó 500.000 euros. Los otros tres fueron Miquel Fluxá (Iberostar), Simon Pedro Barceló (Grupo Barceló) y Bartomeu Estelrich (Grupotel).
Y en el 2009, la empresa de Escarrer firmó un acuerdo con el Mallorca para que los diferentes equipos de la entidad se alojaran en los hoteles del empresario. En todo caso, han sido muchos los años en los que el Mallorca, siempre que era posible, se alojaba en un hotel de Meliá. El Mallorca ha perdido un incondicional. DEP.
Por cierto, el Mallorca ganó (2-1) al Valencia en Son Moix en un partido de más emoción que calidad. No hubo un claro dominador, en un duelo con demasiados errores, con multitud de imprecisiones. Rioja, de penalti, adelantó a los valencianos poco después de que se cumpliera la primera media hora de juego y Larin empató en el tiempo de prolongación. Y en la segunda mitad, más voluntad que aciertos. Prats, que había salido al campo dos minutos antes, sentenció el partido a diez minutos del final. Por cierto, Darder, que siempre ha tenido detalles de calidad, cada día se parece más al del Español.
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