Los jugadores del Mallorca celebran sobre el césped de Son Moix la victoria conseguida el pasado viernes contra el Valencia. | Miquel Àngel Borràs

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Con el sol de la clasificación dándole en la cara y el pecho hinchado de orgullo por los números que carga a la espalda, el Real Mallorca tiene este martes una jornada para disfrutar. El conjunto balear, que hace solo cuatro días celebraba junto a su afición la séptima victoria del curso y que ya tiene 24 puntos en la cartera, recibe al Barcelona, el mismísimo líder de la Liga, en uno de esos encuentros que pueden desembocar en una «noche mágica». Los de Hansi Flick acuden a la cita algo debilitados y en el momento más bajo del curso, pero se desplazan con sus mejores hombres y suman más de quince años sin recibir una sola zancadilla de los bermellones. Huele a partidazo (Son Moix, Movistar LaLiga, 19.00 horas).

El Mallorca se presentará ante el Barça con una sonrisa maliciosa y el gesto desafiante. Si hace unas semanas navegaba entre las dudas tras meterse en un pequeño atasco, ahora se siente pletórico y con ganas de seguir amontonando partidos cada pocos días. Ha vuelto a facturar, se mantiene sólido en defensa y parece haber solucionado, al menos de momento, todos esos problemas que tenía con el gol. Tras tres jornadas en blanco, ha marcado cinco goles en dos partidos y se ha acostumbrado incluso a vivir sin Muriqi. De hecho, el delantero kosovar podría empezar el partido contra el Barça desde el banquillo en función de cómo plantee el partido Arrasate. Sin embargo, el que parte ahora mismo con más opciones de ser titular es Cyle Larin. Por su buen momento y por sus condiciones.

Jagoba también puede retocar el equipo en el resto de líneas del campo, empezando por la portería. Maffeo tiene muchas posibilidades de relevar en el lateral derecho a Mateu Morey, que además de sumar muchos minutos en poco tiempo acabó con molestias el partido frente al Valencia. Algo parecido puede suceder con Robert Navarro. El extremo catalán, básico para el entrenador desde su llegada, también tuvo que ser sustituido antes de tiempo y aunque ha entrado en la lista de convocados podría tener descanso de inicio. Si finalmente es así, unas de las alternativas mejor valoradas por Jagoba es la de Valery Fernández, aunque hasta el momento nunca ha sido titular.

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El Mallorca, acostumbrado desde hace un tiempo a cerrar sus victorias por la mínima, ya le ha presentado batalla a los otros dos grandes aspirantes al título. Empezó arrinconando en la primera jornada a un Real Madrid que llegaba con todo su arsenal nada más conquistar la Supercopa de Europa. No solo igualó el gol inicial de Rodrygo, sino que fue a por la victoria con el marcador empatado y generó ocasiones para acabar ganando. Contra el Atlético, antes del último parón, cuajó una actuación diferente, pero los del Cholo Simeone tuvieron que sudar para llevarse un triunfo ajustado de Son Moix y mantenerse arriba.

El Barça vive una situación totalmente opuesta a la del Mallorca. Después de impresionar con su puesta en escena y arrollar todo lo que se le ponía por delante, ha sufrido un pequeño bajón que ha puesto en peligro su liderato, hasta hace nada bien acorazado, al dilapidar toda esa ventaja que había ahorrado frente a sus perseguidores. Encadena tres jornadas sin ganar en las que solo ha podido cosechar un punto y solo ha encontrado alivio en la Champions. En Son Moix se juega meterse de lleno en la crisis o ponerse a salvo.

En Mallorca Hansi Flick dispondrá de Alejandro Balde, ya recuperado del golpe en la garganta que recibió ante Las Palmas y que le obligó a abandonar el campo en camilla. Junto al lateral reaparecerá Marc Casadó, en principio para ser el mediocentro titular tras cumplir partido de sanción.
El gran peligro para el Mallorca se concentrará en el ataque, donde se espera que vuelvan tanto Dani Olmo, reservado la jornada anterior, como Lamine Yamal, ya recuperado de su tobillo.