Manu Morlanes, Dani Rodríguez y Omar Mascarell saludan a los aficionados del Mallorca en el Coliseum de Getafe. | Carlos Gil-Roig

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La plantilla del Mallorca puso el punto y aparte en Getafe e inició tras el partido del Coliseum unas pequeñas vacaciones que servirán a los futbolistas y el cuerpo técnico para disfrutar de las fiestas navideñas en familia y recargar las baterías pensando en la segunda mitad de la temporada. El equipo regresará al trabajo el próximo 30 de diciembre y la idea del club es abrir al día siguiente las puertas de Son Bibiloni a sus aficionados, coincidiendo con el último entrenamiento del año.

Al Mallorca le vendrá bien este parón de algo más de una semana porque 2025 empezará por todo lo alto. Aunque el equipo no volverá a jugar un partido de Liga hasta el lunes 20 de enero —se enfrentará en La Cerámica al Villarreal a las 21.00 horas— antes tendrá que disputar entre dos y cuatro encuentros de otras competiciones en función de los resultados que consiga.

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El primer compromiso de la agenda le llevará a Pontevedra el viernes 3 de enero (19.00 horas). El conjunto gallego, líder del grupo primero de Segunda RFEF, será el primer rival del Mallorca en la Copa del Rey. Si los bermellones superan el duelo de Pasarón jugarán la eliminatoria de octavos de final entre el 14, el 15 y el 16 de enero.

El plato fuerte del comienzo de año se servirá a cuatro mil kilómetros de la Isla. El Mallorca viajará a Yeda, en Arabia Saudí, para enfrentarse al Real Madrid en la segunda semifinal de la Supercopa de España (jueves 9 de enero, 20.00 horas) y si derrota al conjunto blanco se medirá en la gran final del día 12 al Barcelona o al Athletic.