El Mallorca quiere definir su camino

El equipo de Jagoba Arrasate, obligado a dar un golpe sobre la mesa después de cuatro jornadas sin ganar, recibe en Son Moix a un necesitado Las Palmas

Muriqi intenta rematar ante Catena en el último partido del Mallorca en Son Moix ante Osasuna. | M. À. Borràs

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Pasajero de un dulce y agradable vuelo durante la primera parte de la temporada, el Mallorca está obligado ahora a definir su camino. A elegir entre la carne o el pescado. Después de cuatro jornadas sin ganar no le queda otra al conjunto de Jagoba Arrasate, obligado a aclarar ante Las Palmas qué planes de futuro tiene a corto y medio plazo. Si mira hacia el cielo, si agacha la cabeza hacia el suelo o si va a quedarse a vivirse en tierra de nadie. Algo mejor que a principios de semana, cuando aún no había desbloqueado las cuentas de 2025, pero lejos todavía de salir del laberinto o de ser aquel equipo fino y estilizado que era hace un mes y medio, se encuentra el conjunto balear ante un cruce de caminos y con la ayuda de su público debe decidir, ahora sí, qué dirección toma (Son Moix, Movistar LaLiga TV, 21.00 horas).

El Mallorca ya ha quemado el primero de esos dos encuentros que tenía en casa para elegir menú. Y lo único cierto es que su situación apenas ha cambiado. Ante Osasuna, en un duelo que estuvo a punto de ganar y que al final pudo perder, limpió las heridas que más sangraban sin llegar a desinfectarlas del todo. Marcó un gol, aunque fuera de penalti, y metió otro punto en una hucha en la que ya aparecían telarañas. Pero a su vez mostraba ciertos síntomas de inseguridad y desconfianza. Algo que ni se le intuía antes de doblar la esquina del calendario.

Este domingo lo tiene casi todo para intentar volver al lugar y al estado en el que habitaba. Un buen horario, a su afición al lado y a un rival tan atascado como él justo enfrente. Las Palmas es el único de la Liga que lleva tanto tiempo peleado con la victoria como el Mallorca y durante el desplome ha vuelto a arrimarse a una zona pantanosa de la que se había olvidado cuando cambió de entrenador a comienzos de octubre para apoyarse en el cuaderno de apuntes de Diego Martínez.

Lo que sí le va a faltar al Mallorca es algún futbolista que la crisis ha señalado como importante. Manu Morlanes, por ejemplo. El centrocampista aragonés, apartado del campo desde hace un mes por un problema de rodilla con el que nadie quiere correr riesgos, sigue de baja a estas alturas de la segunda vuelta y puede que su ausencia haya tenido algo que ver con la falta de fluidez que ha sorprendido al cuadro isleño en un inicio de año para arrojar a la basura. Por si fuera poco, el agujero de la franja media se ha ensanchado un poco más con la salida de Samu Costa.

Nombres aparte, el Mallorca ha adelgazado mucho dentro de las áreas. Ha perdido músculo defendiendo, velocidad construyendo y claridad atacando. Lleva tanto tiempo sin dejar cerrada la puerta de Dominik Greif —ante Osasuna el eslovaco encadenó siete partidos como titular en la Liga— como sin ganar, y si no fuera por los penaltis acumularía ya siete partidos en blanco. Muriqi no intimida, Larin no convence y la segunda línea apenas interviene en las tareas de demolición. Desde el gol de Mojica contra Las Palmas en la primera vuelta —ese día también marcaron Dani Rodríguez y Robert Navarro—, todos los tantos del equipo se los han repartido los delanteros, incluido Abdón.

Como el Mallorca, Las Palmas acude herido a la cita de Son Moix. Cuatro derrotas y un empate es el balance del grupo entrenado por Diego Martínez en el nuevo año, además de la eliminación en la Copa del Rey a manos del Elche. Una secuencia de resultados negativos le ha llevado a coquetear otra vez con la parte baja de la clasificación, de la que solo le separaba ya un punto antes de la jornada.
Las lesiones y sanciones, además de la recaída de Kirian, han mermado a una Unión Deportiva que para este choque pierde por acumulación de amonestaciones a uno de sus especialistas ofensivos: Sandro. Tampoco estará el otro, Fábio Silva, ni Dário Essugo, quien cumplirá su tercer y último partido de sanción.