El revés se ha convertido en su particular quebradero de cabeza en la rapidísima pista de Cincinnati. La falta de confianza con dicho golpe le ha llevado a protegerse con la derecha y perder la posición en demasía. Además, le ha impedido obtener un buen rendimiento con su saque, ya que al ponerse en alerta por los restos de sus adversarios no ha dispuesto de la templanza necesaria. En Nueva York estará bajo la batuta de Toni Nadal, que se une a su sobrino tras ausentarse como es habitual de los Masters 1000 norteamericanos.
En la madrugada española del miércoles al jueves Nadal participará en el evento promocional que la marca deportiva Nike ha previsto en el muelle 54 de la isla de Manhattan, donde el manacorí compartirá protagonismo con Federer, Sharapova o McEnroe.
El número uno conocerá el jueves el camino que le depara el sorteo del US Open en una semana en la que ha visto como Roger Federer reducía las distancias en la clasificación ATP. La victoria del suizo en Cincinnati le permitió defender con éxito los 1.000 puntos en juego en una cita en la que Nadal cayó una ronda antes que en 2009 por lo que vio reducido su botín en 180 puntos.
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