La gloria de una temporada casi perfecta está a dos pasos. En el penúltimo escalón hacia la corona de maestro, Rafael Nadal se topa hoy (15.00/IB3) con Andy Murray y se enfrenta a un escenario poco propicio: el O2 Arena, cuya superficie y cuyo público favorecen al escocés. El número uno del mundo está a punto para el desafío de seguir moldeando una temporada de ensueño y esta tarde pondrá a prueba su progresión en las Finales ATP en otro partido con aroma a gran batalla.
Nadal tiene hoy la oportunidad de lograr su primera clasificación para la final de la cita que reúne a las ocho mejores raquetas del curso en su cuarta tentativa en seis años (no pudo jugar por lesión en 2005 y 2008). El manacorí nunca había superado el round robin con un pleno de victorias y precisamente los tres triunfos cosechados en el grupo A le han cargado de confianza y le han permitido esquivar hasta una hipotética final a Roger Federer, que se erigió en su verdugo en las semifinales de las Copas de Maestros de 2006 y 2007 en Shanghai.
Para alcanzar la final soñada Nadal tendrá que superar a Murray en un ambiente y una superficie adversas. Desde hace años los británicos aguardan un gran triunfo de los suyos, pero las esperanzas depositadas en el tenista de Dunblane pueden convertirse en un aliciente o en un pesado lastre para el escocés, cuyo saque y estilo de juego encuentran el mejor rendimiento posible en una superficie en la que la pelota apenas bota. El jugador británico dispone de todas las circunstancias favorables para exprimir todo su potencial, pero también las tenía ante Federer y claudicó en la segunda jornada de competición. Para Murray son sus segundas semifinales en su tercera participación en el Masters, pero las primeras en el O2 Arena, donde el pasado curso no superó la fase de grupos.
A pesar de las dificultades, Nadal ya ha engrasado la maquinaria para llegar al momento justo con el nivel adecuado. Tras el sufrido debut ante Roddick, la trabajada victoria sobre Djokovic y el convincente triunfo ante Berdych, el número uno del mundo ha acreditado su progresión en el juego a través del torneo. Cada vez destila mejores sensaciones en todas las facetas del juego y ha encontrado el ritmo después de haber llegado a Londres después de cinco semanas sin disputar un partido oficial. Su fortaleza mental, su experiencia y la evolución en su juego en el O2 Arena equiparan las fuerzas y adentran al espectador en un duelo cargado de emoción.
1 comentario
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se esta poniendo muy chulito este tipejo,espero ke pierda