En la rueda de prensa previa al inicio del tercer Grand Slam de la temporada, Nadal señaló que ganar en París «siempre aporta una calma extra», y que este año, «aunque siempre hay partidos mejores y peores», está recogiendo unas sensaciones «muy positivas».
El número uno del mundo en el ránking de la ATP y primer cabeza de serie en Wimbledon por vez primera, explicó que ha trabajado duro desde el inicio de su carrera para rendir al máximo nivel sobre la hierba del All England Club londinense, una superficie en la que es imprescindible «la velocidad, el juego agresivo y tener un buen saque», indicó el tenista.
«El único problema en la hierba viene cuando te enfrentas un jugador con un gran servicio, porque el juego se vuelve muy rápido. Pero con jugadores normales, si puedes devolver la pelota, es una superficie fantástica. Puedes subir a la red, jugar agresivo. Tienes muchas opciones», apuntó el mallorquín.
«He dicho miles de veces que para mí siempre fue un sueño jugar bien en Wimbledon. He trabajado mucho y me he esforzado en cada entrenamiento para llegar aquí, la semana después de Roland Garros, con la preparación adecuada», apuntó el manacorí.
Después de pasar unos días en Mallorca junto a su familia, Nadal llegó a Londres el miércoles, donde ha alquilado una casa a apenas 50 metros de las pistas de Wimbledon, en las que ha entrenado cuando la lluvia se lo ha permitido.
Esta misma mañana, el tenista estuvo peloteando durante casi una hora con el español Feliciano López ante decenas de curiosos que, un día antes del inicio de la competición, ya se han acercado al All England Club.
Nadal, que se ha hecho con Wimbledon en dos ocasiones, en 2008 y 2010, y que mañana se enfrentará al estadounidense Michael Russell en primera ronda, se ve un jugador «más completo» y «mejor» que años atrás, aunque advirtió que son los pequeños detalles y, sobre todo, la preparación mental, lo que decanta la balanza en un partido de tenis.
«Aunque estoy seguro de que ahora soy mejor jugador, no sé si conseguiré seguir ganando tanto como en el pasado, porque ganar o perder depende de cómo estés mentalmente, de cómo afrontas los momentos decisivos, depende de muchas cosas», afirmó Nadal.
El tenista de Manacor, con diez Grand Slam conquistados hasta la fecha, se reconoció «muy lejos» de los 16 conseguidos por el suizo Roger Federer -el tenista con más victorias acumuladas en grandes torneos- y calificó de «sueño» la posibilidad de sumar otros dos títulos en Wimbledon y en Estados Unidos esta temporada.
La temporada pasada, Nadal ganó todos los Grand Slam excepto Australia, algo «casi imposible de repetir» para el manacorí.
Se da la circunstancia de que mañana se cumplen 30 años del legendario enfado en Wimbledon del estadounidense John McEnroe con el juez de silla del partido de primera ronda que le enfrentaba a Tom Gullikson.
Nadal, preguntado por la efeméride, dijo que «no hay ningún problema en protestar una bola si se hace con educación», aunque señaló que lo hace en contadas ocasiones porque, desde pequeño, le enseñaron a no hacerlo.
Una de las pocas ocasiones en las que se ha visto a Nadal reprochar una decisión del juez de silla sucedió el año pasado en la Copa Masters de Londres, cuando el tenista se enfadó por la concesión de un punto a su rival, el checo Tomas Berdych.
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