Rafael Nadal, celebrando un punto durante el partido de Gulbis. | Reuters

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El mallorquín Rafael Nadal sufrió, resistió y terminó por dar la vuelta a su duelo frente al letón Ernests Gulbis, a quien superó por 4-6, 6-4 y 7-5 en dos horas y 33 minutos de partido en el torneo de Indian Wells.

El balear, que suma su cuarta victoria en cuatro partidos contra Gulbis, se medirá en cuartos de final al suizo Roger Federer. Será la primera vez que ambos tenistas se encuentren en esa fase de un torneo.

Nadal, lejos de su mejor estado de forma, tuvo que neutralizar el potente saque de su rival -8 puntos de servicio directo-, que jugó con gran intensidad y agresividad a lo largo de todo el choque, si bien el mallorquín, algo lento en algunas fases, terminó por imponer su calidad con golpes decisivos.

Que Gulbis iba a ser un rival duro se vio desde el comienzo, con un juego en blanco para el número 67 del mundo a las primeras de cambio. La igualdad se mantuvo en el primer set hasta que el letón aprovechó la primera rotura de saque que tuvo a través de un error no forzado de su contrincante, que envió una bola larga desde el fondo de la pista.

Nadal respondió con garra y se apuntó una rotura de saque al comenzar la segunda manga que provocaba la rabia y aspavientos de su rival. Gulbis igualó la situación (2-2) gracias a un flojo golpe sobre la red del manacorense, pero éste volvió a ponerse por delante al aprovechar tres bolas de «break» y colocarse con 4-3. Ahí ya no perdió la iniciativa y niveló la contienda.

En la fase decisiva, Gulbis decidía subir cada vez más a la red y ponía en dificultades a Nadal con bolas cruzadas. El español acusaba cierta falta de confianza en sus golpes, pero cuando peor pintaban las cosas sacó la magia de su chistera y mostró el corazón del campeón.

Gulbis llegó a estar 4-5 por delante y sin embargo el español aguantó la embestida, aprovechó un bajón de juego de su rival y dio su golpe de gracia con tres bolas de partido a su favor. Dejó escapar las dos primeras pero a la tercera sentenció y sirvió en bandeja el clásico frente a Federer.