«No estaba preparado para jugar Wimbledon. Eso es lo cierto. Jugué con una infiltración (analgésico) desde el primer día. Después de Roland Garros mi rodilla no estaba para más. Tras Londres, no fui capaz de competir en más torneos durante el resto de la temporada», explicó el tenista español.
Nadal afirmó que las lesiones son parte de la vida de un tenista aunque con la última sufrió demasiado. «Eso es el tenis y eso es el deporte. Se pierde, se gana. Es parte del juego. Pero la experiencia del año pasado fue demasiado para mí. Sufrí demasiado», afirmó el de Manacor.
El español, que se tomó unos días de descanso tras ganar por octava vez Roland Garros, no se olvidó de la cita de la hierba inglesa. «No jugar un torneo antes de aquí siempre hace que sea un poco más difícil. Además, no jugué mucho en hierba en el último par de años, así que realmente solo me preocupo de la primera ronda», comentó.
Además, el tenista mallorquín confesó que su meta en este tercer 'grande' del año no es ni siquiera llegar a la final. «Creo que si llego a los cuartos de final es porque voy a estar listo, pero va a ser duro llegar hasta allí», concluyó.
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