Rafa Nadal, hoy en la Caja Mágica donde ha vencido a Stakhovsky. | SERGIO PEREZ

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Rafa Nadal puso el 2-0 en la eliminatoria que enfrenta en la Caja Mágica de Madrid a España y Ucrania por la permanencia en el Grupo Mundial de la Copa Davis tras arrollar a Sergiy Stakhovsky en tres sets por 6-0, 6-0 y 6-4, en una hora y 45 minutos.

Pese al cansancio y el desgaste por su viaje desde Nueva York tras conquistar el Abierto de los Estados Unidos, el número dos del mundo superó sin problemas a su rival, que tardó más de una hora en hacer su primer juego, cuando ya iba 2-0 abajo en el marcador, y cuyo tenis apenas inquietó al balear.

De este modo, con esta victoria y la de Fernando Verdasco, que remontó en el primer punto a Alexandr Dolgopolov (3-6, 6-4, 6-4 y 6-2), la selección española se queda a un punto de asegurar su presencia un año más en el Grupo Mundial de la Copa Davis. El doble formado por Marc López y Tommy Robredo lo intentará mañana sábado (16.00 horas), en principio, ante la pareja Denys Molchanov-Vladyslav Manafov.

Nadal demostró que no entiende de cansancio ni de cambios de superficies si tiene que competir. Una vez valorado que podría jugar ya el viernes pese a aterrizar en la capital a primera hora del miércoles, el cambio de pista dura a la tierra batida y la altitud de la capital, y de no entrenar demasiado en el recinto madrileño, el ocho veces ganador de Roland Garros dejó claro que en la arcilla roja es prácticamente imbatible.

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Con sólo una derrota en individuales en su historial del torneo, en su debut ante el checo Jiri Novak, e invicto en la tierra batida, el número uno español no dio concesiones a un Stakhovskiy, un rival que atemorizaba más por haber ganado en la hierba de Wimbledon a Roger Federer que realmente por tener un juego que pudiera inquietar al de Manacor, aunque llegó a ser 31 del mundo y en su palmarés hay cuatro títulos, todos ellos en rápida.

Sin embargo, Nadal despejó las dudas rápido y no tardó en entrar en juego, desarbolando con sus golpes al ucraniano, más presionado por dar la campanada después de que Alexandr Dolgopolov no pudiese sacar nada positivo en el primer punto. A base de golpes ganadores, el español cerró en media hora el primer parcial.

La esperada reacción de Stakhovskiy no llegó. El ucraniano no encontraba la fórmula para hacer mella en el sólido tenis de un rival que seguía subido en la ola de solidez que arrastraba de su exitoso verano americano. De este modo, y tras menos de una hora, el marcador de la Caja Mágica reflejaba un 2-0 con un demoledor doble 6-0.

Pero el pupilo de Mikhail Filima tuvo al menos la virtud de no dejarse llevar. Logró frenar la sangría con su primer juego, muy ovacionado por el público, y aprovechando la lógica bajada de ritmo de Nadal, logró tener un set equilibrado hasta el noveno juego. Ahí, en un recital de restos del número dos del mundo, perdió su saque, un obstáculo ya insalvable para un tenista ucraniano que sólo gozó de una bola de rotura en todo el encuentro.