El mallorquín, quien ganó el Abierto de Australia en 2009, volvió a acabar con un nuevo tenista local, después de eliminar en sus rondas anteriores a James Duckworth y Matthew Ebden, y certificó su victoria 250 en encuentros de Grand Slam.
El partido recordó al enfrentamiento que mantuvieron ambos en la última edición de Wimbledon, en el que el balear consiguió el mismo resultado para pasar a los octavos y el partido se disputó en la central.
Nadal, quien admitió tras su último partido que se había encontrado un poco lento en cuanto a la velocidad de reacción, corrigió este aspecto y bordó una excelente actuación al resto tras lograr cinco roturas a lo largo del partido.
También funcionó el servicio con su nuevo gesto, nuevamente, después de incrementar el porcentaje de puntos disputados con el primer saque, mientras que tampoco cedió ningún juego al servicio.
Nadal, quien buscará en Melbourne la conquista de su decimoctavo Grand Slam, se enfrentará en la siguiente ronda al checo Tomas Berdych, rival al que se enfrentó en 24 ocasiones anteriormente.
A pesar de que el checo consiguió vencer en tres de sus primeros cuatro partidos, el balear cuenta con un rotundo 19-5 favorable en el cómputo de partido que mantienen ambos.
Sin embargo, Berdych consiguió la victoria en el último choque disputado en Melbourne Park por 6-2, 6-0 y 7-6(5) en la edición de 2015.
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