La española Garbiñe Muguruza, en la final del torneo de la Akron WTA Finals. | Efe - Francisco Guasco

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La española Garbiñe Muguruza, campeona del torneo de maestras del tenis, reconoció este miércoles sentir alivió al volver a ganar un torneo grande, la Akron WTA Final.«Es una gran sensación porque había pasado tiempo si levantar un trofeo tan importante. Son estos momentos de los que nos alimentamos, esa sensación de finales y trofeos, es tan difícil, que cuando lo haces es un alivio», dijo a una pregunta de Efe en su encuentro con los medios.

Muguruza, monarca de Roland Garros, en el 2016, y de Wimbledon, en el 2017, aceptó que cuando empezó la semana con una derrota ante la checa Karolina Pliskova se planteó darlo todo, ganara o perdiera los siguientes partidos y terminó con el título. «Lo he conseguido; ha sido una semana que cuando ha empezado dije, no las tengo todas conmigo, he aguantado y me he mantenido con la esperanza de que podía y me he demostrado que puedo», señaló.

En la final, Garbiñe fue mejor en el servicio y sacó provecho de 38 errores no forzados de la estonia Anett Kontaveit para ganar la final por 6-3, 7-5 y convertirse en la primera española campeona del torneo de maestras.«No he pensado lo de la historia porque no quería ponerme más nerviosa, sabía que tenía bastante presión. Es genial haber conseguido esto de la primera mujer española con mi nombre en la historia», agregó.

La número cinco de la clasificación mundial reconoció que el triunfo le permitirá empezar muy motivada la temporada 2022 y dejó entrever que tiene en mente reinar en los Grand Slams que le faltan, los Abiertos de Australia y Estados Unidos, y en todo lo que se pueda.
«Quedan unos grandes que me faltan. Son los torneos que más motivan. El ránking ya fue en su día, pero es esa sensación de ganar lo que me empuja a ser ambiciosa», dijo. Muguruza explicó que los torneos de Grand Slam son más vistosos, pero cuando una tenista está entre las ocho y juega cada partido como una final, sabe que la que gane ese trofeo es la mejor del año. «Quizás desde afuera se aprecia menos, pero para nosotros el trofeo de maestra equivale a un Grand Slam», concluyó.