Rafael Nadal durante la conferencia de prensa después de retirarse de su partido semifinal. | Joe Toth / Pool via REUTERS

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El umbral del dolor de Rafael Nadal es muy alto. Así lo ha demostrado a lo largo de su carrera acumulando esfuerzos para alcanzar sus objetivos y cumplir sus compromisos sobre la pista. En Wimbledon ha apurado sus opciones de seguir compitiendo, pero su lesión abdominal le ha dejado fuera de combate en Londres, donde ha acumulado su sexto abandono durante un torneo sin llegar a disputar su siguiente compromiso.   

La última vez que no saltó a la pista pese a haber logrado la clasificación fue en el Masters 1.000 de Indian Wells en 2019, cuando no llegó a enfrentarse a Roger Federer por culpa de su lesión en la rodilla derecha. La misma articulación le privó de competir en las semifinales del Masters 1.000 de París Bercy ante Filip Krajinovic en 2017.

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Precedente

Su único abandono durante un Grand Slam se produjo en Roland Garros el curso 2016. Una lesión en la muñeca agravada tras imponerse en la segunda ronda jugando infiltrado precipitaron su regreso a la Isla habilitando el pase sin necesidad de jugar de Marcel Granollers en su duelo de tercera ronda. Sus despedidas de otros torneos por lesión sin saltar a la pista fueron en Indian Wells en 2012 por sus problemas en el pie y en Estoril en 2004, cuando comenzaron sus dolores en el pie izquierdo que le han traído de cabeza durante toda su carrera.

Tanto o más duras han sido las veces en las que ha tenido que dejar un encuentro por culpa de una lesión. En 2005, durante la primera ronda ante Hrbaty, unos dolores en el pecho le obligaron a dejar la pista sin poder concluir el partido. Otras ocho veces ha dejado un encuentro a medias, aunque la lista podría ser más amplia de no ser por su respeto al público. Se podría haber retirado el miércoles en su partido ante Fritz o incluso varias veces en el Abierto de Australia en 2011 ante David Ferrer o en la final de 2014 ante Stanislas Wawrinka sin apenas poder moverse por culpa de la espalda, pero optó por terminar jugando.

Desde 2018 no deja un encuentro inacabado. Aquel año hasta en dos ocasiones se vio obligado a marcharse en pleno partido. Fue en las semifinales del USOpen ante Del Potro y en los cuartos del Abierto de Australia    frente a Cilic 3-6, 6-3, 6- 7(5), 6-2 2-0 por la rodilla y el psoas ilíaco de la pierna derecha respectivamente. Unos mareos le privaron de seguir jugando en 2016 en la segunda ronda de Miami frente a    Dzumhur y en la misma instancia del Masters 1.000 de Cincinnati de 2007 cuando se las veía con Juan Mónaco, mientras que la rodilla derecha le dejó sin opciones en los cuartos de final del Abierto de Australia de 2010 contra Andy Murray y en 2008 en la misma ronda del Masters 1.000 de París-Bercy. Completan su lista de retiradas durante un partido la de  2007 en la primera ronda del torneo de Sydney y la de 2006 en los cuartos de final de Queen's frente al australiano Lleyton Hewitt.