Imagen de archivo de Rafael Nadal. | CARL RECINE

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El microdesgarro detectado en un músculo próximo a la cadera, donde sintió las molestias en el encuentro del pasado jueves ante el australiano Jordan Thompson en el torneo de Brisbane supone un nuevo contratiempo, el enésimo, en el recorrido previsto por Rafael Nadal.

El ganador de veintidós Grand Slam ya ha hecho pública su renuncia a disputar el primer Grand Slam de la temporada, el Abierto de Australia que ha ganado en dos ocasiones, la última en 2022.

No termina el balear de dar continuidad a su puesta a punto, de alcanzar la estabilidad física para afrontar con cierta normalidad, con sosiego, este nuevo tramo en su carrera, en un año olímpico y que, a sus 37 años, puede ser el último en el circuito profesional tal y como anunció meses atrás.

Las buenas sensaciones mostradas en Brisbane esta semana se derrumbaron de pronto, en el duelo ante Thompson. Nadal disfrutó de una puesta en escena alentadora, espectacular, en los enfrentamientos ante el austríaco Dominic Thiem primero y ante Jason Kubler después. Se topó con Thompson, que le exigió más. Tuvo el encuentro ganado, tres puntos de partido. Pero el oceánico resistió, a un gran nivel. Llevó al límite a Nadal que terminó el encuentro con dolores en la cadera, asistido por el fisioterapeuta de pista, derrotado en tres sets y fundido después de más de tres horas en la cancha.

Pero, especialmente, Nadal se marchó preocupado, inquieto ante la posibilidad de una recaída. De un paso atrás. Pidió tiempo y que la dolencia solo fuera una sobrecarga, algo muscular. Se marchó de Brisbane hacia Melbourne donde se ha sometido a pruebas para detectar con precisión la dolencia. Y si todo iba bien, mantener la hoja de ruta prevista y seguir con el plan para afrontar la puesta a punto para el primer Grand Slam de la temporada.

No ha sido así. Aunque aliviado por no tratarse de una recaída, los test han detectado un microdesgarro, una pequeña rotura que requiere tratamiento. Nadal se marchará de Australia. Volverá a España para ponerse en manos de su médico y empezar otra vez.

Está acostumbrado Nadal a levantarse una y otra vez. Condicionado a menudo por contratiempos físicos el sufrido en Brisbane es el enésimo. Ha convivido con dolencias en su cuerpo el mejor deportista español de siempre que ha tenido que tratarse de una veintena de lesiones a lo largo de su carrera que le han exigido un respetable tiempo de recuperación y que le han apartado de grandes eventos, que le han mantenido a un lado más o menos tiempo.

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El Abierto de Australia que comienza dentro de una semana será el decimosexto Grand Slam que el tenista de Manacor, de 37 años, deja de jugar a causa de una lesión.

Podía haber sido la última ocasión en la que Nadal jugara en el Melbourne Park en su carrera, un torneo que el español no ha podido disputar a lo largo de su trayectoria con la regularidad deseada.

En una campaña plagada de alicientes pero adaptada también para una posible y definitiva despedida, el contratiempo físico sufrido en Brisbane altera la hoja de ruta marcada por él y por su equipo. Después de 349 días sin competir el tenista español había previsto un reencuentro paulatino y medido con el circuito. Tras Brisbane, que disputaba por segunda vez en su carrera, llegaba el Abierto de Australia. Ya no será igual.

Queda por ver, en el aire, cuando es el retorno del ganador de veintidós Grand Slam que mide al máximo sus movimientos, su trayecto, sus pasos en la competición. El revés físico deja en el aire también los Masters 1000 estadounidenses, Indian Wells y Miami, fijados para marzo, cuando también ha sido anunciado para jugar una exhibición junto a Carlos Alcaraz, el próximo 3 de marzo, en Las Vegas.

Antes, en febrero, establece el calendario plagado de eventos que el balear, si está en condiciones, afrontará tal y como lleguen, día a día, sin excesiva antelación.

París es la gran ilusión del tenista mallorquín en este 2024. La tierra. Es ahí donde tiene depositadas sus expectativas. En Roland Garros y, más tarde, los Juegos Olímpicos. Previamente, el torneo de Barcelona, el Conde de Godó, anunció que el jugador de Manacor formaría parte del cartel del torneo. Como parte del recorrido de la temporada de arcilla está incluido el Masters 1000 de Montecarlo, el Masters 1000 de Madrid, el torneo de Roma, eventos previos al segundo grande del curso.

En medio de la cuenta atrás y con la nueva recuperación como único, primordial y prioritario objetivo, el camino de Rafael Nadal irá día a día, torneo a torneo.