Tras su complicado estreno en Turín, notablemente mejor en lo físico, aunque todavía no recuperado al completo, Carlos Alcaraz superó con autoridad al ruso Andrey Rublev (6-3 y 7-6 (8)) y mantiene sus opciones de meterse en las semifinales de estas Finales ATP.
Fue un Alcaraz radicalmente diferente. No al máximo todavía, pero claramente mejor físicamente. Derechas potentes, dejadas precisas. Espectáculo. Y muchas sonrisas que faltaron en su estreno. Irrumpió en Turín y se jugará ante el alemán Alexander Zverev su presencia en semifinales. Necesita ganar y esperar. Si su mejoría se confirma para el viernes, tendrá muchas opciones.
La cara de Rublev fue un poema cuando en el segundo set, en el mismo punto, el de El Palmar sacó una derecha, un revés y una dejada para ganar el intercambio. Le pareció imposible. Miró a su banquillo en busca de una explicación lógica que no le pudo dar. Ese fue el partido de 'Carlitos'.
Con una tira rosa en la nariz para mejorar su respiración compareció el español en la segunda jornada de estas Finales ATP, en las que no juega solo: le acompaña ese malestar general que le impidió desempeñarse con total normalidad ante Casper Ruud y entrenar este martes, haciendo saltar todas las alarmas. Ante Rublev, su estado de forma, aunque seguro no al 100%, era una incógnita en un partido a todo o nada para ambos.
Este fue su tercer enfrentamiento entre los dos. El primero fue en el mismo escenario hace exactamente un año. El segundo, en Madrid, con victoria de Rublev. Alcaraz arrastraba molestias también en ese partido, aunque en el brazo.
Intentó el ruso, que jugó bien en líneas generales, alargar los intercambios y sacar lo más rápido posible, consciente de que Alcaraz, con el techo y el constipado, iba a tener más problemas para recuperar entre punto y punto. Y sus saques, además, estaban siendo potentes y ajustados. Pero Alcaraz estaba mejor que ante Ruud, confiado, más ágil, no tan mermado.
Llegó el momento de la dejada y, ésta, a diferencia de las cinco que erró ante el noruego, fue espectacular. Fue una buena señal. La primera de las muchas que descubrieron sus buenas opciones pese al pesimismo general y que él mismo dejó entrever. Tuvo en ese momento dos bolas de 'break', pero las dejó escapar ante la consistencia de Rublev al saque.
Sacó a pasear varias veces su puño, muestra de su mejora física y anímica. Celebró dos golpes élite. La segunda dejada y una derecha cruzada espléndida para arrasar con su servicio y mantener el empate a 3. Y acompañó el puño con el clásico '¡Vamos!', retumbante en todo el Inalpi Arena, cuando rompió para tomar la delantera del partido. Rublev, que conducía el juego 40-15, rubricó una doble falta en el peor momento y abrió la puerta del 'break' con un error clamoroso cuando tenía toda la pista que el murciano no dejó escapar.
Tuvo que pelear en su saque y remontar el 0-30 que le había endosado el moscovita, pero resistió con buenos servicios para colocarse 5-3 y confirmar la rotura. Y repitió fórmula en el siguiente juego. Remontó el 30-0 del ruso y, en la primera bola de set que gozó, se agenció la primera manga. Alcaraz estaba de vuelta.
Así lo demostró también en el inicio del segundo envite. Exhibió su enorme abanico de soluciones. Pasó de derechazos imparables al ángulo a dejadas imposibles de llegar. Rebosó confianza pese a no estar al máximo físicamente.
Y Rublev cada punto era más débil, más propenso al estallido. No se explicaba cómo jugando a ese nivel no podía con su rival. A punto estuvo de quebrarse por completo con un punto fantástico de Alcaraz, otro más, que culminó con una derecha paralela. Estaba desatado y se lo hizo saber al público turinés llevándose el dedo a la oreja, queriendo escuchar la ovación.
Pudo poner Rublev el partido patas arriba porque volvió a acercarse a un 'break'. Idéntica situación que en el primer set. Con idéntico resultado. Se puso el moscovita con 0-30 arriba y Alcaraz respondió con 4 puntos seguidos y mantuvo su servicio.
El español no dejó al ruso tener una bola de rotura en todo el partido hasta un 'tie-break' vibrante. Allí tuvo tiempo de llevarse otro punto élite dejando a Rublev -de nuevo brillante- incluso sonriendo. Una doble falta y un error clamoroso en la red retrasaron lo inevitable. Dos bolas de set tuvo Rublev. Dos bolas de partido Alcaraz. Lo cerró con un 'break' y peleará por las semifinales contra Zverev.
2 comentarios
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Podrá jugar mejor o peor pero ese gestito no le hace nada bien. Debería hacérselo mirar y contratar un buen asesor de imagen. Su encanto inicial está decayendo a marchas forzadas. Y lo de romper raquetas cuando se cabrea, pues más de lo mismo.
Que se deje del dedito en la oreja y ponga más cabeza para jugar!!