Vuelven las pinturas y esculturas de Siegfried Meir
Siegfried Meir tiene 81 años y ha sobrevivido a los campos de concentración nazis de Auschwitz y Mauthausen, pero cualquiera lo diría. Aparece en la redacción de PERIÓDICO de IBIZA Y FORMENTERA cargado con una escultura de algo más de un metro, elaborada en madera y que refleja con realisamo una de las tradicionales chumberas de Eivissa. La sube por las escaleras hasta una sala y demuestra que su creatividad y su forma física no decaen. Fruto de ello es su nueva exposición, de nuevo bajo el seudónimo de Bacharach (el apellido de su madre) y que se puede contemplar hasta el próximo 2 de julio en Can Tixedo. «Me considero un joven viejo que no quiere envejecer y al que le encanta hacer todo tipo de pintura y escultura que vaya más allá de la mera contemplación estética», explicó ayer a este periódico este «autodidacta» nacido en la ciudad alemana de Fráncfort. Para su nueva muestra, Meir presenta veinte obras elaboradas fundamentalmente con maderas recicladas que consigue gracias a un amigo suyo que es carpintero. Y entre todas ellas llama poderesamente la atención un elemento que con el paso del tiempo ha conseguido que sus obras sean fácilmente reconocibles: Los puntos. «Yo no he tenido la suerte de estudiar con ningún maestro pero desde el principio me decanté por añadir a mis creaciones unos puntos que luego, en una exposición en París, descubrí que son los mismos que usan los aborígenes australianos para simbolizar el alma de cada uno de sus seres que murieron en un gran genocidio», comenta. ¿Última exposición? Lo que sí ha ido variando con respecto a su primera muestra, presentada cuando tenía 75 años, es el tamaño de sus obras. Y todo por una cuestión práctica. «Aunque me siento joven y todos los días voy a pasear cerca de media hora por los alrededores de mi casa, en Can Pep Simó, soy consciente de que en ocasiones las fuerzas me van fallando y por eso he decidido dejar a un lado los grandes volúmenes y dedicarme a formas más pequeñas y manejables que me permitan crear obras que luego puedan tener un mejor hueco en una vivienda», explica sin perder la sonrisa. Y asimismo Siegfried Meir amenaza: «Posiblemente estemos ante la última exposición de mi vida». Sin embargo, viéndole cómo está fisicamente, que su creatividad sigue intacta y teniendo como precedente que esta misma frase ya la dijo hace unos años... tenemos Meir para rato.
El artista alemán Siegfried Meir en el transcurso de la entrevista que concedió a este periódico.
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